María Elena Ríos, hoy a sus 29 años y como cualquier otra mujer con ilusiones y sueños, recordó hace dos décadas cuando el maestro de música de su natal Santo Domingo Tonalá, en Oaxaca le dio un saxofón para tocar con la orquesta municipal a sus 9 años. Sus ojos negros brillan al recordar el pasado que la forjo como instrumentista.
P: ¿por qué el saxofón y no otro instrumento?
R: Para empezar, yo no sabía que se llamaba saxofón sino que cada que llegaban bandas municipales a la comunidad, a la fiesta del pueblo. Me llamaba la atención el instrumento que hacía curva, yo le decía al maestro “Yo quiero ese” y él respondía “¿cuál? es que a ti te voy a dar clarinete” y yo decía “ese no se ve bonito” en ese tiempo en la banda municipal yo era la mujer la más chiquita la más flaquita, la más chaparrita. Y pues el maestro decía que yo no lo iba a aguantar a diario. No sé si lo convencí o harte, pero cuando hicieron la entrega de los instrumentos, me dieron saxofón cuando anunció mi nombre.
P: ¿Cuál es tu canción favorita?
R: No tengo preferida porque yo creo que cuando te gusta lo que haces no hay un favorito sino que disfrutar todos en alguna ocasión. Me preguntaron "¿cuál es la canción que más te gusta?" o "¿cuál es la canción que más te hace llorar?" y te digo que también se llora por alegría. Entonces, yo me forme tocando música popular oaxaqueña, posteriormente comencé a estudiar de manera académica. Al final cada compositor o compositora querían decir algo y nosotros como instrumentistas nuestra misión es transmitir eso.
P: ¿Cuál es el futuro de María Elena como música?
R: De manera particular se puede seguir estudiando, una no deja de aprender, estamos en cambio constante el cual nos tenemos que hacer frente. La función de un artista es reflejar el tiempo en el que vive, Entonces yo por medio de lo que me sucedió reflejo el tiempo en el que se vive, porque María Elena no es la única ni la primer mujer agredida con ácido, actualmente se sabe solamente de 30 casos, de las que nos hemos atrevido a denunciar a pasar a toda la intimidación y amenazas que existen hacia nosotras.
Hace unos días en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, junto con la Banda Femenil Regional Mujeres del Viento Florido, María Elena Ríos, junto a su saxofón volvió a los escenarios luego de 30 meses que fue atacada con ácido. A casi 3 años del 9 de septiembre del 2019 día del intento de feminicidio que sufrió, asegura que el proceso en contra de sus agresores está lejos de terminar.
P: ¿Cómo va el proceso legal?
R: Desafortunadamente no ha concluido, no voy ni a la mitad del proceso esto por toda la obstaculización institucional y de gobierno que ha intervenido para que yo me cansé, para que me frustre, Hay momentos en los que quisiera rendirme, en los que quisiera dejar todo, en el que quisiera irme del país porque es una tristeza que no solamente en Oaxaca sino que en general todo México es un país feminicida donde solamente pareciera que se protege a los agresores y nos hacen ver como las mujeres malas como las mujeres que andan rompiendo las cosas porque están locas y todo esto surge a raíz de una necesidad y esa necesidad es que nos están matando.
Mi proceso legal no ha avanzado como yo quisiera, se han dado pasos muy significativos, y esto no hubiera sido sino gracias a la asesoría legal que me representa, porque desafortunadamente en Oaxaca no existe una comisión de víctimas a pesar de que la Comisión de Derechos Humanos lo ha reiterado varias ocasiones.
P: ¿Cómo se encuentran tus agresores?
R: De cuatro detenidos uno murió por razones que no conozco, hasta la fecha, la fiscalía no me quería dar informe integrado de por qué falleció esta persona por habladurías, solamente me decían que estaba grande después que estaba enfermo, que tenía presión alta que sufre del azúcar y después que tenía Sida... en fin son muchas cosas que ya no sabes ni qué y el que sigue cobardemente prófugo, acá también, la familia de mis agresores han iniciado campañas políticas donde llegan a mi comunidad, a dar regalos, a dar dinero, a dar despensa.
Los familiares de mis agresores son personas que tienen un poder muy grande económico, político y también de medios de comunicación porque hasta sus radiodifusoras llevan, me intimidan, si me intimidan, me amenazan, es una amenaza muy clara, no solamente para mí sino también para mi familia, a pesar de que esto es difundido por medios de comunicación, a pesar de que es denunciado por mi parte, por mis abogadas, por mi familia, la Fiscalía del Estado de Oaxaca y el gobierno del Estado de Oaxaca no hacen nada por detenerlas.
Por las omisiones que se presentaron en el proceso, la CNDH pide al gobernador de Oaxaca y al fiscal general de la entidad que procedan a la inmediata reparación del daño ocasionado a la víctima y a sus familiares, en los términos y condiciones que establece la Ley General de Víctimas"
P: ¿Cuál es el siguiente paso de la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos?
R: Ahora lo que falta es que el gobernador y el fiscal de Oaxaca acepten la recomendación, lo que te pesa recomendación son más de 300 puntos, pero entre los puntos relevantes es una disculpa pública a mí por todas las omisiones y por evitar el acceso a la justicia también que la fiscalía del Estado de Oaxaca declina en mi carpeta de investigación para que así la fiscalía general de la república pueda llevar a cabo mi proceso como debe de ser.
Con sonrisa esperanzadora, María Elena lleva como estandarte la lucha de las mujeres que sufrieron ataques con ácido por parte de sus parejas sentimentales, una lucha que aún está lejos de terminar, pero la cual se avanza a pasos agigantados.
dmr