Era un viernes, el 13 de agosto de este año para ser más precisos, a las cuatro de la tarde en Pachuca de Soto, donde se presentaba un escenario nublado, pero al mismo tiempo cálido entre el desdén de la vida y el cielo turquesa que iluminaba a Yuritzi con su esmoquin blanco y elegante mientras el aire intrépido acariciaba impetuoso el vestido negro de Sicarú.
La unión hasta la eternidad quedó plasmada con sus firmas, en un contrato sin fecha de caducidad hasta que la muerte las separe.
Sumando a ellas, 187 parejas más han contraído nupcias en Hidalgo, ejerciendo su derecho a la unión entre personas del mismo sexo.
Valeria Lizeth Paniagua Trejo, en las oficinas de la Dirección General del Registro Familiar del Estado de Hidalgo, señala en entrevista para MILENIO que, se busca privilegiar los derechos humanos de identidad y no discriminación, por lo que en el Congreso local se modificó el artículo 8 de la Ley para la Familia, mismo que fue publicado en el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo (POEH) el 10 de junio de 2019 para entrar en vigor el 11 de junio del mismo año, beneficiando así a parejas como Sicarú y Yuritzi.
“El matrimonio igualitario forma parte de las personas, es uno de los documentos fundamentales con los cuales todos los ciudadanos tenemos acceso a la identidad y no discriminación”, explicó Paniagua, quien dijo que antes de que entrará en vigor la reforma, 5 parejas se ampararon para poderse casar ante el Registro Civil.
En total, en Hidalgo se han celebrado 188 matrimonios igualitarios (86 parejas de hombres y 102 parejas de mujeres) a partir del día 20 de septiembre de 2019, y hasta el 19 de agosto del 2021, de acuerdo con la Dirección General del Registro Civil del Estado.
Sin embargo, a pesar de que las nuevas generaciones están cambiando, existe discriminación y muchos tabúes; todavía se evita decir la preferencia sexual por miedo a ser excluido en el trabajo o incluso perderlo.
El apoyo proviene de las amistades más que de la misma familia, por el temor de ser rechazado, como lo narra la propia Sicarú, Doctora en Ciencias de la Biotecnología y originaria del municipio de Lolotla.
“Ayer recibí un mensaje de un familiar diciendo que estaba desgraciando mi vida, que no estaba de acuerdo, que lo pensara bien, porque esas cosas eran del demonio”, compartió Sicarú, quien mencionó que sus padres no estaban de acuerdo, sin embargo las apoyaron al final.
Después de 5 años de un noviazgo que inicio en el Instituto Tecnológico de Pachuca (ITP), en las canchas de fútbol y que ocultaron a sus familias la relación por miedo al rechazo, como muchas parejas en la misma situación, hoy se vuelven un referente para quienes desean formar una familia homoparental.
La funcionaria Valeria Paniagua está a favor de ir aperturando todos los derechos, tratados internacionales y criterios jurisprudenciales que ayudan a que las instituciones evolucionen, garantizando certeza a los trámites que realizan los ciudadanos, privilegiando, sus derechos a la igualdad, identidad y no discriminación.
“Anteriormente la ley era limitativa aunque un principio general del derecho es: permisiva no limitativa; y antes se establecía algunos candados, por ejemplo, el matrimonio que es nuestro tema prioritario, era la unión entre hombre y mujer; y nosotros como autoridad no podíamos ir más allá de lo que la ley establecía – con voz firme dice la directora – la ley es clara y tenemos que ir de la mano con lo que dicta la ley”, manifiesta.
De las reformas que han entrado en vigor en este sexenio, comparte Valeria Paniagua, está la del matrimonio, con la cual se pueden unir dos personas sin importar su sexo; posteriormente y casi de la mano se emitió el reconocimiento de identidad de género, “es por el cual una persona puede acceder a través de la dirección del Registro Familiar a cambiar su identidad, es decir, soy Valeria y quiero cambiar a Valerio, no se cambian mis apellidos pero tengo la oportunidad de elegir mi identidad, se hizo un paréntesis explicando que solo las y los ciudadanos con derechos y obligaciones mayores de 18 años pueden decidir por su identidad; los menores de edad no gozan de este derecho, hasta cumplir la mayoría de edad y decidir por su voluntad.
“De igual manera se derivó la reforma que entró en vigor en el 2020 que se emitió en diciembre, dónde los padres pueden elegir el orden de apellidos de sus hijos o acudir con otra persona a registrar; siempre y cuando haya la voluntad cómo se establece en la Fracción III del artículo 416 de la Ley para la Familia del Estado de Hidalgo”, señaló Valeria Paniagua.
La directora explicó que es importante tener el acta de nacimiento, para poder acceder y tener derecho a la salud, educación, a tener una familia, contraer matrimonio, obtener una identidad, entre otros derechos.
“La identidad de las personas inicia con el registro de nacimiento, por ello, es importante que ahorita en emergencia sanitaria se siga trabajando con las medidas sanitarias como lo ha indicado el gobernador Omar Fayad Meneses, el secretario de Gobernación, Simón Vargas, y el coordinador Jurídico, Roberto Rico Ruiz, con el fin de atender a todos los sectores de la población; al mismo tiempo seguir trabajando en campañas universales y oportunas”.
“El trámite de registro es gratuito; si se desea imprimir las actas tienen un costo de 116 pesos en la dirección del Registro Familiar, en los municipios varía el precio por su autonomía”.
Sicarú, Yuritzi y la funcionaria encargada de la dirección del despacho del Registro Familiar del Estado, coinciden que para hacer cumplir el derecho a la igualdad, identidad y no discriminación, se tiene que buscar la compresión y el respeto, con el fin de erradicar la violencia en cualquier sector y grupo de la población.