Un equipo multidisciplinario de especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chiapas evitó la amputación del brazo derecho de un hombre de 34 años, en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 “Nueva Frontera”, en Tapachula.
En un comunicado, el instituto explicó que Fabián “N”, operador de tráiler, se encontraba en su domicilio, en Mapastepec, realizando reparaciones en una ventana de su casa, cuando un cristal se precipitó sobre él, provocándole una herida profunda en el antebrazo derecho, la cual puso en riesgo su extremidad.
Por ello, el hombre acudió al servicio de Urgencias del HGZ No. 1 “Nueva Frontera”, donde un equipo médico lo estabilizó y le brindó atendió oportuna.
El cirujano plástico Carlos Echeverría Rosales, adscrito al HGZ No. 1, detalló que “Fabián llegó al servicio de Urgencias con una herida muy grande, la cual le seccionó las arterias radial y cubital, así como los nervios cubital y mediano del antebrazo derecho, además de dos de tres tendones que dan funcionalidad a la mano.
Explicó que era prioritario realizarle un abordaje quirúrgico oportuno para atender las lesiones, pues, de no hacerlo, podría perder la funcionalidad del miembro, incluso la extremidad completa o, en el peor de los escenarios, fallecer a causa de la pérdida de sangre.
“Ingresamos rápidamente a Fabián al quirófano y, gracias al equipo e instrumental médico con el que contamos en el HGZ, detuvimos el sangrado”.
De acuerdo con el cirujano, se repararon las arterias a través de microsuturas; además, se aseguraron de la recuperación de la irrigación sanguínea. Posteriormente, los nervios de la mano y los tendones flexores lesionados se repararon.
Por su parte, el jefe del servicio de cirugía del HGZ No. 1, Diego Alberto Choel Molina, resaltó que, “gracias al trabajo conjunto y coordinado entre los diferentes servicios hospitalarios como enfermería, camillería, intendencia y personal médico quirúrgico, se pudo brindar atención oportuna”.
Fabián recibirá terapia de rehabilitación durante al menos cuatro semanas para reducir las secuelas y recuperar la funcionalidad de la extremidad en la medida de lo posible.
“Quiero agradecer a todos los que me atendieron: doctores, enfermeras y hasta los vigilantes, quienes ayudaron a que yo pasara muy rápido; sin ellos, quizá, hubiera perdido el brazo”, finalizó el paciente.
LG