Mente brillante labora a favor de los niños sobredotados del país

Debido a la “fuga de cerebros” en nuestro país, ya replantean las nuevas estrategias para evitar este fenómeno

Andrew tenía 12 años cuando comenzó su carrera universitaria. (ESPECIAL)
Franco González
Guadalajara /

A sus escasos 12 años, Andrew Almazán Anaya, originario de la Ciudad de México, comenzó una carrera universitaria tras haber cursado con excelencia académica los estudios en educación básica, media y media superior.

​Actualmente es médico y psicólogo, además de haber estudiado una Maestría en Educación con Acentuación en Desarrollo Cognitivo, un Master en Business Administration (MBA) y un Doctorado en Innovación Educativa en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), donde desarrolla un nuevo modelo educativo para los niños sobredotados en México.

Andrew Almazán también es director del departamento de psicología y de investigación del Centro de Atención al Talento (CEDAT) con sedes en Guadalajara y la Ciudad de México, institución que realiza varias funciones. La primera de ellas, es la de hacer evaluaciones psicométricas y practicar pruebas de IQ (coeficiente intelectual) para determinar cuándo un niño puede ser considerado como sobredotado, nivel que alcanzan sólo aquellos que obtienen un resultado mayor a los 130 puntos de IQ, criterio que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Cuando un niño sale con arriba de 130 puntos, ya podemos decir que son sobredotados y pueden comenzar a recibir atención. En la educación psicoeducativa, los niños toman clases con otros niños como ellos y en Guadalajara atendemos a niños desde los 3 hasta los 15 años. A los niños luego los quieren tratar con medicamentos, entonces sí tenemos ese reto de trabajar con estos niños; sí se distraen durante las clases porque están aburridos pero porque el sistema educativo está hecho para niños promedio y hay ciertos casos en los que se les tiene que brindar una educación especial y al igual que existen escuelas de alto rendimiento deportivo por eso estamos brindando la oportunidad para niños que tienen más inteligencia” explicó.

Es precisamente el caso de Luis Gabriel Tirado, un niño tapatío de 5 años que, al no adaptarse a sus compañeros de clase, primero fue diagnosticado con déficit de atención y posteriormente al acudir al CEDAT fue que se pudo determinar, después de aplicarle distintas pruebas, que es un niño sobredotado. Interesado en temas relacionados con la astronomía, la naturaleza y los animales, Luis Gabriel ahora recibe una educación especializada y enfocada en el desarrollo de todas sus capacidades.

Cómo lo expuso, Almazán Anaya, “la inteligencia que tiene un niño sobredotado es suficiente para llegar a un posgrado sin problemas” y agregó: “Los niños sobredotados son el futuro científico, laboral y social de los países, como por ejemplo, un niño superdotado cuando crezca, si es emprendedor, de sarrollará un proyecto científico generará empleos y también un impacto social; pueden llegar a convertirse en futuros Albert Einstein o Marie Curie”.

Acerca del fenómeno conocido como la “fuga de cerebros” Andrew Almazán, señaló que es lamentable ya que en México se van aproximadamente la mitad de sobredotados cuando llegan a la juventud, esto entre los 18 y 20 años, por factores como el hecho de pensar que para triunfar, hablando de niños genio, hay que irse de México a países como Estados Unidos, China o a la Unión Europea, y ocurre porque esos países tienen maneras de atraer ese talento y retenerlo.

“Es común que se vayan de México y cuando lo hacen, el problema es que sus hijos y nietos por herencia, también tendrán una inteligencia superior pero van a nacer en otro país y el aporte o invento que desarrollen va a contar para esos países y no para México y es por eso que inventos hechos por mexicanos terminan siendo comercializado y aprovechado por otro país”, aseveró.

El CEDAT trabaja actualmente con 50 niños en la ciudad de Guadalajara, más otros 50, que no radican en la ciudad pero acuden a prepararse cada mes. Se calcula que existen alrededor de 10 mil niños sobredotados en el estado de Jalisco, aunque no se cuenta con un censo en particular que lo confirme.

MC

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