Aún no está instalada la totalidad de los locales, pero ya es imán de visitantes. El mercado de Tampico ha captado la atención de familias completas y jóvenes, que sobre todo acuden a comer.
Mientras un grupo de jóvenes se toma fotos desde lo más alto del mercado, en la herrería que da a la Plaza Hijas, otras familias en cubrebocas apartan sus lugares en las mesas.
Como la lluvia comenzó y bajó un par de grados la temperatura, dejando atrás sensaciones térmicas de 40 grados, a los comensales se les antojó la sopa de mariscos "¡Frescos!" Grita el locatario.
"Al mercado ahora acuden personas a los que no les gustaba. En primer lugar para conocerlo y en segundo para disfrutar de las instalaciones", indicó Elvia Holguera, secretaria de Turismo.
Pero los nuevos mercados no solamente son visitados por familias de la zona sur de Tamaulipas, también de la región: Norte de Veracruz, San Luis Potosí e inclusive Hidalgo.
Por muchos años Tampico ha sido el sitio en el que comerciantes de la región se surten de mercancías directas, y visitar el nuevo centro de abastos ahora es una obligación.
Sin embargo, la moderna instalación ha captado la atención de los visitantes de lugares más lejanos como la Ciudad de México y Nuevo León, quienes lo recorren y se llenan de fotografías.
El mercado ya era fotografiado cuando estaba cerrado, ahora que está abierto con mayor razón, desde el momento de entrar los asistentes sacan sus teléfonos y captan el recuerdo.
La gente sube y baja por las escaleras eléctricas, otras personas se detienen en los locales a comer, a comprar aguas frescas para mitigar el calor: el mercado ya tiene vida.
Mientras tanto, las autoridades de Turismo del puerto ya están ansiosos de que la pandemia baje, de que el semáforo sea verde, porque quieren comenzar a medir la afluencia a los nuevos mercados.