"¡Pásele, pásele, aquí está lo bueno"!, "¿De qué le damos?", "¿Con todo?", "¿Para llevar o comer aquí"? Se repite en cada puesto, en cada comerciante que con una sonrisa invita a formar parte de su familia, los mercados de Pachuca que, además de ser centros de negocios y adquisición de alimentos frescos y hechos al día, son parte de la historia de la Bella Airosa.
Es por ese motivo que la alcaldía municipal realiza una vez por mes el "Recorrido por Mercados de Pachuca en bicicleta", invitando a los pachuqueños a conocer más de su ciudad.
"Las bicis híbridas son fáciles de manejar, pero también hay convencionales", explica Héctor Guzmán quien ofrece una explicación sencilla y práctica sobre el uso de los vehículos de dos ruedas que cuentan con motor, luz, claxon y alcanza velocidades de 40 kilómetros por hora, "¡nada más no jueguen con el motor porque pueden tener un accidente"!, explica y así comienza el recorrido por las calles de la ciudad que inicia sobre la calle Leandro Valle Martínez para después ingresar por la calle Morelos y Pavón donde se ubica el Mercado 1 de Mayo, que tras un incendio que arrasó con todo en 1938, se terminó de construir el 1 de mayo de 1947, y es ahí donde cientos de locatarios ofrecen sus productos del día, tal como Olga Lidia Cervantes Pérez, quien con una sonrisa ofrece una variedad de antojitos mexicanos, y para los ciclistas que acuden al recorrido, les da la bienvenida con una gordita michoacana de tierritas que acompaña con lechuga, crema y queso.
"Desde temprano abrimos para atender a nuestros clientes, porque en este mercado ofrecemos lo mejor de alimentos y pues nosotros vendemos quesadillas, sopes, pambazos, con cariño y mucho amor", expresa Cervantes Pérez, quien atiende desde las 7:30 hasta las 16:00 horas desde hace 20 años prometiendo a sus visitantes que "aquí se preparan las mejores tostadas de cochinita pibil".
El siguiente punto, el bello e histórico Mercado de Barreteros, "¿Y saben por qué se llama así?, porque los barreteros eran mineros que llevaban siempre una barreta con la que abrían orificios (barrenos), y ellos eran los que bajaban de las minas para comprar en un mercado improvisado que había aquí, hace más de 90 años", explica don Carlos Salinas, un hombre que lleva su vida en este lugar, su segundo hogar, donde no sólo vende jugos y licuados a clientes, sino a buenos amigos que ha hecho durante años.
"La mejor época del mercado fue en los años 40, se hacían reuniones bien bonitas donde se les sellaba un papelito a los clientes que consumían dentro del mercado para que pudieran beber dos cervezas y bailar con las damas", recuerda.
Un mercado con historia, al cual no saben por qué pintaron de color vino, "porque ha perdido los detalles bellos que tiene la estructura", asegura el hijo de don Carlos, Gustavo Salinas quien hace revivir a su padre los momentos cuando la gente llegaba a Pachuca en tranvía, acudía al mercado a hacer sus compras y se iba a sus destinos.
Así es como la magia de la historia recorre cada uno de los 50 locales que hay en el sitio, cono el caso de La Gran Titania, un ligar donde las carnitas y las salsas son las claves de su éxito.
"Desde 1927 este lugar está abierto al público, fue mi abuelo quien lo inauguró con una carnicería ya luego fue cambiando el rubro comercial y se venden carnitas, las mejores del centro histórico de Pachuca", y así, Juan Carlos Granados da la prueba a cada uno de los siete participantes de esta actividad sobre bicicleta, con un taco de cueritos al estilo familiar.
El más joven mercado, aunque no menos importante, es el que se ubica en la calle Guzmán Mayer, construido en 1982 sobre un terreno baldío que daba hacia las calles aledañas y en donde muchos jóvenes que hoy trabajan en el mercado, corrían sin parar.
"Desde hace 36 años trabajo en el mercado y ofrezco diferentes guisados", explica Maura Pérez Pérez, quien aprovecha la visita de los participantes para ofrecerles una prueba más de sopecitos de frijoles, carne y tierritas a los visitantes.
"No muchos conocen este mercado, pero aquí se vende fresco y hecho al día, por lo que invitamos a que recorran los pasillos de este lugar", expresa, no sin antes revelar que proviene de Santiago de Anaya, lo que le da un toque especial a los alimentos que ofrece.
María Belén González, a unos puestos más adelante, prepara su especialidad "pescado empanizado y no hay mejor que el que se come en este lugar", dice, mientras explica que tiene 37 años laborando en el mercado, después de vender estos productos del mar sobre la calle.
Con una sonrisa informa que sólo vende sus platillos en fin de semana ya que de lunes a viernes recorre mercados en otras partes de Pachuca para deleitar a los paladares más exigentes.
"Es excelente tener visitas, que prueben lo que nos gusta hacer, porque lo hemos hecho por años, y confío en las recomendaciones de boca en boca porque es así como nos hemos dado a conocer", expresa González.
Es así como entre calles, pruebas, sonrisas y un buen trato, los ciclistas se montan al vehículo para regresar al Reloj Monumental, en donde aseguran volver para el próximo mes al siguiente recorrido que se haga por la Bella Airosa.