El proyecto emblemático de la Ciudad de México, el Metro, fue construido gracias a un crédito con el Banco Nacional de París por 1, 630 millones de pesos a 15 años, para 41.43 kilómetros de vía, e incluyó una campaña de relaciones públicas orientada a preparar a la ciudad frente a los posibles trastornos a consecuencia de la realización de los trabajos que, se estimó, durarían dos años.
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“Esta campaña deberá de tomar en muy importante consideración el hecho de que como las obras durarán prácticamente hasta 1970, este periodo, que podemos considerar largo puede causar o ser origen de críticas en algunas zonas de la ciudad”, informó el general E. Zárate en el reporte Decisiones y consecuencias urbanísticas del proyecto metro en la Ciudad de México, elaborado en 1967, por el gobierno federal y resguardado en el Archivo Histórico de la Ciudad de México.
El gobierno federal, encabezado por Gustavo Díaz Ordaz, y el Departamento del Distrito Federal pusieron especial énfasis en destacar los beneficios del sistema por encima de los trastornos de la construcción original.
Para arrancar el proyecto el gobierno expropió 34 predios para la construcción de las obras de las líneas 1, 2 y 3 del tren rápido subterráneo y se pagaron con cargo al patrimonio del organismo descentralizado del Sistema de Transporte Colectivo, constituido el 4 de enero de 1968.
Los trabajos, distribuidos a lo largo de la Calzada de San Antonio Abad, de la Calzada de Tlalpan, en la calle de Tacuba y en la Avenida Chapultepec, fueron declarados de utilidad pública para construir estaciones, accesos y oficinas.
De acuerdo con La Gran Ciudad, una memoria de la administración de Díaz Ordaz, la construcción del Metro constituyó el acontecimiento de 1969 y el 4 de septiembre, la Ciudad de México se convirtió en la 39 capital del mundo en contar con un tren subterráneo para enfrentar el problema de transporte en la capital.
El Comité Consultivo de Transporte acordó que el Gobierno del Distrito Federal absorbería el costo total de la obra civil.
La tarifa inicial fue de un peso con 20 centavos y de un peso cuando el usuario adquiría series de 10 boletos.
Entonces circulaban diariamente 1 millón de automóviles en la Ciudad de México que congestionaban avenidas y vías rápidas y que hacían prácticamente imposible ingresar al primer cuadro de la ciudad.
“Las calles estrechas, llenas de construcciones de gran valor sentimental e histórico, frenaban el ritmo de la urbe moderna. La solución fue el camino subterráneo, El Metro”, destaca la publicación.
Inicialmente se trató de seis vagones cada uno que corrían a tiempos fijos de tres minutos con una velocidad media de 80 kilómetros por hora, guiados y controlados electrónicamente desde el Puesto Central.
Durante la construcción de las tres líneas se encontraron más de 2 mil piezas arqueológicas en los trabajaos de excavación, entre ellas el Adoratorio Circular del Dios del Viento Ehécatl, la diosa Xochiquetzal y una cabeza del Tláloc.
Los trenes estaban formados por seis carros con capacidad para mil pasajeros; más tarde la composición de trenes sería de nueve carros con capacidad de mil 500 pasajeros.
La velocidad máxima era de 80 kilómetros por hora.
El recorrido de la línea 1, de un extremo a otro, era de 25 minutos; de la Línea 2, 29 minutos y de la Línea 3, 11 minutos.
Línea 1
Durante la construcción de la Línea1 corría de Chapultepec a Zaragoza.
Posteriormente se acordó extender la línea hasta la Plaza Cartagena en Tacubaya.
La capacidad máxima de transporte era de 22 mil 500 pasajeros por hora en cada dirección y, junto con las otras dos líneas del proyecto, movilizó a 1 millón 800 mil personas diarias.
La línea tenía 19 estaciones.
La línea uno, que cruzaba la ciudad de Oriente a sur Poniente fue inaugurada por el presidente Díaz Ordaz, acompañado por Alfonso corona del Rosal, jefe del Departamento del Distrito Federal y el primer director del sistema de Transporte Colectivo, Leopoldo González Sáenz.
Línea 2
Su construcción comenzó inmediatamente después de que terminaran la Línea 1 e inició en el trayecto de 2.4 kilómetros que separan la estación Bellas Artes de Pino Suárez.
La línea tenía una longitud de 18.2 kilómetros e iba de Tacuba a Tasqueña.
Originalmente contó con 21 estaciones, de las que 12 son subterráneas y nueve superficiales.
Hoy tiene 24 estaciones.
Línea 3
Comenzaba en la esquina de Obrero Mundial y Cuauhtémoc y terminaba al norte del monumento a La Raza, de Nocoalco a Narvarte.
La longitud era de 7.4 kilómetros y tenía nueve estaciones, hoy cuenta con 21.
OVM