¡Adiós risas y cuchicheos! Así viajan pasajeros del Metro de CdMx por coronavirus

Usuarios del Sistema Transporte Colectivo viven la nueva normalidad en silencio, luego de que se lanzara la campaña "Callados prevenimos el contagio".

Se han colocado anuncios en las estaciones del Metro para pedirle a los usuarios sumarse a esta estrategia. (Foto: Rodolfo Valtierra)
Cinthya Stettin
Ciudad de México /

Hay muchos dichos que vienen a la mente para explicar lo que hoy ocurre en el Metro: En boca cerrada no entran moscas. Por la boca muere el pez. El silencio evita problemas. El que tiene boca, se equivoca y un largo etcétera.

Pero este martes, tal parece que esto ha sido comprendido por la mayoría de los usuarios del Sistema de Transporte Colectivo Metro, quienes han callado para combatir la propagación y contagio del covid -19.

La recomendación del gobierno capitalino fue la de guardar silencio en el transporte, para evitar que el virus se esparza entre los miles de usuarios del subterráneo. Eso, en países nórdicos, es normal. En Japón, también. Hay culturas en donde está mal visto hablar en el transporte público.

¿Pero en un país latino? ¿En la romería que es la Ciudad de México? Vaya que sí. Funciona: Ahora los sonidos que predominan son el arribo del tren, el abrir y cerrar las puertas, así como el esfuerzo que realizan los viejos ventiladores de los vagones para refrescar a los usuarios.

Desaparecieron las risas de las secretarias, los cuchicheos, las conversaciones indistintas. Así es como inició la campaña: “Callados prevenimos el contagio", la cual pide a los usuarios no hablar durante su trayecto en este medio de transporte.

Y es que, se nos ha dicho hasta el cansancio, una de las formas comunes de transmisión del coronavirus se da a través de la secreción de gotículas del tracto respiratorio, que se generan al toser, estornudar o hablar.

Sin embargo, ni los panfletos y mucho menos el personal con paletas solicitando silencio absoluto han detenido que en esta “nueva normalidad”, los vendedores ambulantes continúen proporcionando a gritos tus productos.

La estrategia consiste en evitar que los usuarios del Metro dispersen el virus causante del covid-19 que se encuentra en el tracto respiratorio y se d

Incluso, hay quienes se las han ingeniado, que con botella de jabón en mano se dedican a “sanitizar” los pasamanos y piso del convoy.

“Yo sé esto no es muy bien visto por las autoridades del Metro que haga esto pero ante la necesidad... si gustan apoyarme con una moneda de 50 centavos, se los agradeceré”, expone una joven a los 5 usuarios que vienen dentro de un vagón.

En la línea 3, que va de Indios Verdes a Universidad, estos comerciantes traen tapabocas pero se lo retiran para que su voz alcance un tono más alto.

“20 pesos le cuesta cargador, cargador original.... 20 pesos le vale, 20 pesos le cuesta”, promocionan.

Entre los usuarios del Metro hay preocupación, indignación y resignación: saben que el inicio de la 'nueva normalidad' pone en riesgo su vida, toda vez que la demanda de usuarios sobrepasa por mucho la oferta de unidades.

“La sana distancia es un mito, aquí es un mar de gente y sobrevive el que puede”, señala Javier, un hombre de 50 años que todos los días aborda el Metro en la estación Guerrero, de la Línea 3, para dirigirse a su trabajo.

Su trayecto es de escasos 30 minutos hasta la estación Viveros, en donde está “la casa de sus patrones”.

“Mi actividad no es esencial, soy chofer, pero decidí continuar trabajando porque si no, no como este mes”, refirió.

En la estación Hidalgo, personal del Metro le pide que guarde silencio para evitar contagios. Obediente decide seguir la instrucción, no obstante, más tardaron en callarlo que Javier en murmurar.

-“Esta bien la medida para entre semana, porque los fines de semana es cuando viajas acompañado y ahí ni modo de no hablar”, señaló mientras se bajaba en su destino.

El silencio volvió a reinar en el vagón.

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