Llevar las plegarias de otras personas para pedir por un enfermo, una boda de ensueño o un nuevo trabajo, mediante un papel enrollado colocado en el Muro de los Lamentos, se convirtió en el quehacer diario desde hace un lustro para la mexicana Netzaj Mendoza. Es la Mensajera del Kotel, como se conoce también a ese lugar enclavado en Tierra Santa.
En 2017, Netzaj y su familia llegaron de Estados Unidos a Jerusalén. Asentados en Israel, se percataron de los problemas económicos y sociales a los que se enfrentaba México, por lo que su primer acto de apoyo fue rezar por la sociedad mexicana con el estandarte de la águila devorando una serpiente desde el muro que promete guardar todo lo que en él este escrito.
“Fui al muro, llevé la bandera e hice mi plegaria. Un día regresé a México y muchas personas me dijeron si podía llevar sus necesidades. Entonces me traje una bolsa con papelitos que las personas escribían”, relata.
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Con una impresora, unas tijeras, y papel bond, Netzaj y su esposo comenzaron su altruismo con la impresión de plegarias que recibían vía redes sociales. Los papelitos son enrollados e introducidos en las grietas de las paredes del templo de 60 metros visibles, que fue lugar sagrado para el judaísmo hace dos mil años, con el objeto de orar y pedir la llegada del Mesías.
“Me contactan en mi página oficial y a Hashem (Dios) le piden desde un esposo, para pagar la renta, para aliviar de alguna enfermedad, para encontrar a un ser que está extraviado. Puede ser desde una línea hasta páginas completas. Yo hago peticiones en el muro y, después de dejar los papeles, en mi casa, también me pongo a rezar”, narra.
Durante la pandemia, los números de deseos se acrecentaron, pero el muro estaba cerrado. No obstante, la familia Mendoza no paró de depositar las peticiones, pues es una forma de extender el amor con el creador del universo.
Una vez que el papelito roza el muro, se convierte en un objeto sagrado y no puede ser destruido.
“Las personas nos escriben y nos dicen –¿recuerdas que te pedí esto? Y yo les digo –Gracias porque Hashem les va a contestar pero todo tiene su tiempo. Es el creador del universo y va hacer los milagros”.
Dos veces al año, todos los papeles se retiran y se entierran en el Monte de los Olivos, lugar donde “Dios empezará a redimir a los muertos al final de los tiempos“. Acá se encuentra un cementerio donde incluso son enterradas grandes figuras históricas y religiosas de Israel.
A la plegaria pueden ser partes católicos, judíos, cristianos y hasta protestantes. En la página oficial de https://netzajisrael.com/servicios/ se ingresa la petición de forma gratuita. Posteriormente, se hace Facebook live para presenciar la entrega de los papelitos hasta el Oriente.
“Ahí va la loquita con sus peticiones, pero para mí es grandioso. Hacer cosas que a mí me dejan una satisfacción muy grande porque no me encierro en el judaísmo ni en mi vida, familia y amigos sino extiendo el amor del creador del universo”, precisó.
EHR