Cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en una aeronave no identificada es un delito y para combatirlo, ambas naciones trabajan en conjunto en la operación llamada Amalgam Eagle.
Con aviones tipo Texan T6C, los pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana dan alcance e interceptan los aviones que cruzan sin código, es decir, sin haber dado aviso que abrió un plan de vuelo. Francisco Torres, capitán Segundo, encabezó el simulacro, que aterrizó en la Base Aérea Militar 14, en Apodaca.
“En este caso se simuló que esta aeronave no tenía ningún código, la razones podrían ser muchas. Esta es una aeronave no identificada que despegó con intenciones de ingresar a territorio norteamericano y obviamente se toman las acciones pertinentes, para que en este caso, las aeronaves Texan T6-C intercepten el tráfico ilícito, lo conduzcan y escolten hacia la frontera.”
“En ese momento se hace una coordinación con el gobierno de Estados Unidos de América, para que sean aviones de ese país los que nos escolten y nos den indicaciones para aterrizar en algún aeropuerto de ese país. Son muchos los beneficios de esta coordinación, sobre todo reforzar los lazos de trabajo y amistad que hay y también saber cómo conducirnos las dependencias mexicanas y las dependencia norteamericanas”, afirmó.
Por su parte, David Pérez, capitán Segundo, explicó que al interceptar la aeronave no identificada, mediante movimientos le indican que debe de seguirlos hasta aterrizar.
Una vez ya en tierra, si es en México, el Ejército procede a solicitar la documentación y se realizan inspecciones de Aduana y con binomios caninos.
Si la revisión tiene resultados positivos se procede a poner a la tripulación ante las autoridades correspondientes y si es negativo, se cuestiona el porqué se viajaba sin comunicación.
Los Texan T-6C, que alcanzan una velocidad de hasta 350 kilómetros por hora, están en alerta en las diversas bases aéreas de entidades fronterizas.
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