Sin cruces en las frentes, tapatíos viven atípico Miércoles de Ceniza

Los feligreses que fueron parte del ritual litúrgico que da inicio a la cuaresma, recibieron la ceniza en la cabeza.

Se siguieron los protocolos establecidos durante el miércoles de ceniza. (Diana Barajas)
Diana Barajas
Guadalajara /

Este año no hubo cruces de ceniza en las frentes, los feligreses que fueron parte del ritual litúrgico que da inicio a la cuaresma, recibieron la ceniza en la cabeza.

“A diferencia de otros años que se imponía la ceniza tocando la frente de la persona o la cabeza de la misma, ahora se deja caer un poquito de ceniza sobre la persona para evitar el contacto directo físico como una forma de prevención para el bien común y la salud de todos”, detalló Antonio Godina Tejeda, párroco del Sagrario Metropolitano.

Bancas clausuradas con cintas de contención para respetar el aforo del 50%, gel antibacterial y sana distancia fueron otros de los protocolos implementados durante el miércoles de ceniza.

Desde las 8:30 horas, adultos mayores salieron del confinamiento para acudir al Sagrario Metropolitano y participar en la celebración religiosa.

En años pasados, Josefina Ortega de 81 años, acudía a misa para recibir la cruz de ceniza, pero esta vez solo hizo una visita exprés al Sagrario; llegó, escuchó una breve explicación del párroco sobre el significado del ritual, recibió la ceniza e inmediatamente salió del recinto para volver a casa.

“Ahora se me iba a dificultar, pero ya que es la primera vez que salgo de un año encerrada y le pido a Dios que ya nos de permiso”, dijo

Josefina no se resignó a seguir la transmisión desde casa o esperar a que un familiar le llevará el polvo bendito a su domicilio. Aunque su estancia en el Sagrario fue breve y aplicó las medidas sanitarias, el miedo a contagiarse no desapareció. “Sí da miedo, pero vengo con la bendición de Dios porque no hay de otra”.

Antonio de 80 años tampoco se resignó a no recibir la ceniza de manera presencial. “Es una costumbre que viene de nuestros ancestros y hay que respetarlas”, dijo.

Mientras tanto, justo a un lado del Sagrario, en la Catedral Metropolitana de Guadalajara tampoco hubo filas, ni aglomeraciones al exterior, durante las primeras horas del miércoles de ceniza.

Bancas y espacios vacíos durante la celebración religiosa, fue el panorama en el corazón de la Arquidiócesis tapatía.

MC

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