El miércoles de ceniza que este año será este 22 de febrero, marca el inicio de un periodo de preparación o iluminación interna de 40 días o seis semanas en la religión católica para la fiesta de la Pascua de Resurrección de Cristo, conocido como cuaresma.
Durante el inicio de la cuaresma, palabra que proviene del latín, quadragesima o cuadragésimo día, la ceniza que se impone en la frente de los fieles haciendo la figura de una cruz, recuerda las palabras bíblicas: “Polvo eres y en polvo te convertirás”.
Este lunes 20 de enero, en los templos católicos de Puebla comenzó la quema de las palmas y de algunos otros elementos religiosos, acción que permite la formación de la ceniza que se distribuirá el primer día de la cuaresma, es decir, del periodo de reflexión en el que se busca los fieles trabajen en sí mismos para que se conviertan en mejores personas. De acuerdo con el Misal Romano, se puede realizar la ceniza con:
- Ramos de olivo o con palmas del domingo de Ramos del año pasado
- Imágenes que estén deterioradas
- Misales o ropas de santos y del Niño Dios
En su momento, el sacerdote Eulogio Francisco González Parra, especialista en Teología Litúrgica de la arquidiócesis de Puebla, resaltó que en los templos de la zona, no se cuenta con ramos de olivo, pero sí con las palmas del Domingo de Ramos del año pasado, así como con algunas espigas de trigo, imágenes que ya están deterioradas, misales, ropas de santo, manteles del altar y purificadores, elementos que se ocupan para la elaboración de la ceniza.
Tras el proceso de combustión, la ceniza queda de color gris y para que obtenga el tono oscuro, se debe aplicar el paso conocido como “ahogamiento”; posteriormente, los elementos resultantes son molidos o triturados.
“Para obtener el tono oscuro en la ceniza, se quema todo en un recipiente, se ahoga cuando está bien quemado y se tritura completamente”, explicó el religioso.
Previo al miércoles de ceniza, día en que se bendice el material que será colocado en las frentes de los fieles, Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla, explicó que la cuaresma es un periodo de preparación para que cada ser humano cambie, se convierta en una mejor persona y apoye a quienes más necesidades tiene.
“La ceniza solo es un signo externo, visible, de lo que debe estar pasando internamente, el deseo de cambio, el deseo de ser mejor hijo, el deseo de ser mejor cristiano, para eso es la cuaresma, para eso son nuestros tiempos fuertes”, resaltó.
La cuaresma es un tiempo que consta de 40 días de penitencia y su objetivo es la preparación para la celebración de las fiestas principales de los cristianos: la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
“En este tiempo, acompañamos a Jesús, quien estuvo en el desierto por 40 días en oración y ayuno para fortalecerse espiritualmente e iniciar su misión. Así los católicos estamos invitados a vivir el tiempo de cuaresma en un ambiente de mayor silencio y el esfuerzo por superar nuestros apegos”, explicó Sánchez Espinosa.
El miércoles de ceniza es un día oración, de ayuno y de abstinencia; además, se realizan oraciones para que cesen los problemas que enfrenta la población como la violencia y la pandemia de la covid-19.
“El miércoles 22 de febrero, con el rito visible, externo y penitencial de la ceniza inicia nuestro camino cuaresmal. Inicia este tiempo de gracia, de purificación para llegar a las fiestas tan hermosas de la Pascua. Aprovechemos desde el principio este tiempo especial de gracia. Los invito a que este miércoles, si van a recibir la ceniza en una parroquia, en un templo, dediquen un poquito de su tiempo para realizar un buen examen de conciencia y para buscar el sacramento de la reconciliación”, destacó.