Desde hace cinco años, la vida de Miguel Ferrer cambió para siempre a raíz de un accidente vehicular, cuando se dirigía a su trabajo en la construcción, y que lo dejó en una silla de ruedas, primero con un diagnóstico como cuadripléjico, pero no le quitó las ganas de vivir y salir adelante que logró superar.
El accidente lo recuerda muy bien, contó que salió proyectado cuando el vehículo donde viajaba dio varias volteretas, y le causó daños en las cervicales, y desde entonces gracias a cirugías, así como a la terapia de rehabilitación, ha podido salir adelante.
“Me dedicaba a la construcción, traía una compañía, en el 2020, perdí ahora sí por la pandemia, se perdió mi trabajo. Después en el 2021, llegué a vender pan, tenis por catálogo, y también tunas, por esta temporada más o menos, julio-agosto, la tuna blanca para sostener a la familia y salir adelante; ya que tengo una familia de 4 hijos: 3 jóvenes y una nena de 5 años”.
Hoy, es un oficial de movilidad en el centro histórico del municipio de Querétaro, que por primera vez incluye a una persona con estas características en la labor de promover la seguridad y vialidad en el cruce de Vicente Guerrero y Madero.
“Tengo cuatro meses, estoy en un grupo de lesionados medulares, cuando salió la convocatoria, levanté la mano y aquí estamos presentes, mira. Después de mi accidente es mi primer trabajo estable que tengo y la verdad me gusta desempeñarlo porque me gusta mi labor y me gusta lo que hago”.
Así, tras una serie de entrevistas y aprobar el proceso de acreditación, desde hace cuatro meses, porta con orgullo su uniforme, del que su familia no daba crédito cuando incluso lo contrataron y ahora se siente muy honrada.
“Cuando yo les di la noticia que iba a trabajar se sorprendieron, pensaron que en mi condición nunca iba a encontrar trabajo, ya cuando me entrevistaron, me dieron el uniforme y lo vieron en casa pues la más pequeña fue la que saltó más de gusto, porque dijo: 'mi papá ya no va a ser panadero, ahora va a ser policía, oficial de movilidad'. Para ella y para mí, fue muy gratificante todo eso y la verdad me lleno de gusto”.
Miguel dijo que cuando llegó por primera vez a brindar vialidad, lo hizo con temor por su condición, porque no sabía que podría encontrarse, pero gracias al apoyo de sus compañeros y a capacitación que recibió, logró ganarse el respeto de los comerciantes de la zona y de los propios ciudadanos.
“Al principio llegas, la verdad nunca me imaginé trabajar aquí de movilidad. De principio llegas, no sabes nada, con la capacitación que te dan en la Secretaría, con los compañeros que están aquí trabajando, pues me han capacitado muy bien. De principio si llegué medio tímido, pero ahorita ya la gente me ha estado valorando y respetando. Hay algunas personas que me aplauden la labor porque es la primera ocasión que ven a un oficial de movilidad dando pase y haciendo valer que no se paren en la zona para personas con discapacidad, entonces para mí ha sido muy gratificante”.
Algunos ciudadanos se acercan y le preguntan sobre lugares e incluso donde pueden estacionarse, y ellos refieren que es una excelente idea dar una gran oportunidad.
“Sí es bueno, porque en muchas empresas o en otros establecimientos no los ocupan y por eso es bueno”, dijo Patricia Ramírez, quien lo observaba a distancia.
LG