Este Domingo de Resurrección, Mineral del Chico despertó gustoso de recibir a visitantes y turistas desde temprana hora; la mayoría de los negocios y comercios abrieron sus puertas, colocaron las mesas y sillas, también hubo muestra de artesanías, así como dulces típicos, y el Chicobus calentó su motor para dar a inicio a los recorridos por el Pueblo Mágico.
En la presidencia municipal, más de 40 trabajadores del ayuntamiento, por tercer día consecutivo, deshojaron las tres toneladas de rosas multicolores que fueron donadas por productores hidalguenses de comunidades como Capula, Manzana, Santa Inés, Cimbrones, La Presa, Benito Juárez, Carboneras y Cebadas; así como de algunos invernaderos de Puebla a los que agradecen esta donación que dieron gustosos porque sus ventas mejoran, “ya hasta nos comunicaron que, para el 14 de febrero ya tienen vendida la flor, por lo que la fe de esta tradición de 150 años, llega hasta allá”, platicó Armando Monzalvo Pérez, organizador de la lluvia de pétalos.
A medio día, miles de visitantes abarrotaron todos los negocios consumiendo desde las tradicionales “tachuelas”, hasta pan casero, helados y nieves de diferentes sabores, hamburguesas, hotdogs, alitas, café, cervezas y bebidas refrescantes para mitigar el calor que abrazó al Pueblo Mágico este Domingo de Resurrección, mientras la Iglesia de la Inmaculada Concepción estaba atiborrada, no había lugar para pasar y más personas llegaron cubriendo el atrio y cada espacio de la avenida Gral. Alfonso Corona del Rosal; a cada hora recibía a más visitantes que esperaron ansiosos horas bajo la sombra de los árboles y en espacios abiertos, cubriendo sus cabezas con sombreros y gorras, y atentos a que iniciara la tradicional lluvia de pétalos.
La fe se mantiene en Mineral del Chico
Hace 150 años, un minero padeció el dolor y preocupación de recibir el diagnóstico de su hijo, quien se encontraba muy enfermo, siendo su esposa la que le diera la lamentable noticia, así que, al salir de la mina, se fue directamente a la Iglesia de la Inmaculada Concepción a pedirle a Dios y a la Virgen que salvaran a su hijo, así que con fe, prometió ofrecerle una lluvia de pétalos si le hacía ese milagro.
“Los milagros existen”, indicó Monzalvo Pérez, quien platicó que el minero al saber que su hijo se había recuperado, compartió la buena noticia con sus compañeros de la mina; todos ayudaron con un ramo de rosas para que su compañero cumpliera su promesa, así que, desde aquel entonces, año con año se realiza la lluvia de pétalos que, en la actualidad, disfrutan tanto niñas, niños, adolescentes y adultos, que vuelven su mirada al cielo, mientras el aroma de los pétalos abraza a la multitud y acarician cada rostro de los presentes, cada mano que se alza para alcanzarlos, y los murmullos de alegría que sale al unísono, dentro y fuera de la Iglesia.
Los pétalos que caen son recolectados en bolsas, se juntan por montón “porque la gente cree en los milagros, así que los lava, los pone a hervir y con eso se baña, porque creen que les traerá suerte”, señala Monzalvo Pérez.
Otros pétalos más se combinan con el agua de las fuentes que se avienta a los presentes; nadie se salva, y entre gritos de alegría y sorpresa, también comienza la lluvia de espuma entre las y los adolescentes, niñas y niños, lo que provoca calles empedradas resbalosas, sonrisas por doquier y la magia del Domingo de Resurrección.
La quema de Judas
Mientras esto sucede en las calles, dentro de la presidencia municipal un grupo de hombres disfrazados de judas se alistan con sus disfraces de diablos, mucha cerveza y alcohol, así como con pistolas de agua potentes, cubetas y vasijas para iniciar una guerra campal de agua que sacan de la fuente.
Hay una banda que ameniza este acto que alegra a quienes viven y sienten estas tradiciones; los celulares se mojan, unos más ya están preparados y llevan impermeables, y sí, es la verdadera fiesta de Mineral del Chico, como lo expresó la titular de Turismo del estado, Elizabeth Quintanar Gómez.
“En El Chico es la fiesta de los Judas la tradición que tiene 150 años y que las personas la disfrutan mucho y es la fiesta más importante, le da sentido a las personas de aquí; viendo y conviviendo con mascarones, agua, las personas que se convierten en Judas, el personaje principal y distinguido del pueblo y es un sincretismo que no he encontrado absolutamente en ningún otro lugar de México ni el mundo, es un privilegio ser Judas Iscariote, pero en Mineral del Chico lo es”, aseguró.
Es así como este Domingo de Resurrección, provoca que se multipliquen los visitantes y turistas más de tres veces, en comparación de un fin de semana vacacional, y muchas personas esperaban este día, “porque Mineral del Chico vuelve a vivir, aunque mañana no tengamos agua, pero mira toda a esa gente mojada, sonriendo y divirtiéndose, eso me gusta de aquí”, señalaron algunas mujeres, que sonrieron por la fiesta que se vivió este domingo en el Pueblo Mágico de Mineral del Chico.