El arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, habló sobre el divorcio y el derecho a decidir durante su misa de este domingo, donde ahondó sobre la importancia de cumplir con los proyectos así como Jesús cumplió con el ser humano.
Explicó que todo se debe cumplir, pues esa expresión la usa la sagrada Biblia y el día de hoy Jesucristo le dice a sus discípulos esto para que se cumpliera todo lo que está en ley. En los profetas hay otra forma de expresar lo mismo y se dice “llegada en la plenitud de los tiempos”, a veces se dice “todavía no es mi tiempo”, otras veces se dice “en aquel tiempo” dijo Jesús, pero la palabra cumplir se usa de manera metafórica.
Esto quiere decir que la obra de Jesús se cumplió, cuando una tarea, un proyecto o empresa se queda la mitad dijo que hay un signo de frustración, y ejemplificó: cuando hay muchos jóvenes que dejan su carrera a la mitad y eso es una cierta frustración que permanece toda la vida.
"y así en la vida ordinaria muchas personas inconstantes a veces también dentro de la misma sociedad vemos las obras abandonadas, dentro de la misma iglesia hay proyectos que se comienzan y se dejan ahí abandonados, en nuestra propia vida personal ustedes recuerden que es lo que han cumplido y que no han cumplido en su vida", dijo.
Comentó que por ejemplo un proyecto sagrado humanamente bello y grande como es el matrimonio ahora se interrumpe argumentando que “ya no somos compatibles” y aumenta la cantidad enorme de divorcios en esta sociedad y esa es una frustración.
"y es una frustración, una frustración completa, eso no quiere decir que a veces haya circunstancias en las que es mejor que estén separados, a que estén juntos por el daño y por las heridas que se hacen a ellos y a sus hijos, pero no cumplieron algo en la vida, es no llenarlo, no cumplir y Jesucristo cumplió su obra", agregó.
Entonces Jesús se basó de su propia dignidad para que después Dios lo bendiga con toda su presencia, con toda su riqueza y eternidad y Jesucristo en un acto de obediencia se anonadó a sí mismo tomando sobre él, el pecado y ahí está la gran unidad de la redención que Cristo asumió.
Dijo que el ser humano se equivoca cuando piensa que todo lo tiene por él mismo y esas voces se escuchan en la calle cuando alguien dice “nuestro cuerpo es nuestro”, “tenemos el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo” y aseguró que están equivocados, pues nadie es autónomo en esta vida y el que tenga la pretensión de no depender de nadie está equivocado.