El arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, habló sobre la diferencia entre soledad y vida social y dijo que desde siempre el ser humano ha tenido la necesidad de vivir en soledad para estar en paz.
Explicó que de acuerdo a la historia de la Iglesia Católica, el primero que comenzó con la vida monástica fue San Antonio Abad en el siglo cuarto cuando en Europa comenzaron a formarse comunidades, sobre todo de varones, que se retiran.
Les preguntaban cuál era su finalidad de separarse de la sociedad y era buscar a Dios para poder encontrarse a ellos mismos.
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Platicó que la vida religiosa se fue propagando por toda Europa y luego por todo el mundo a través de los conventos, pero en la actualidad dijo que no todo mundo puede ser monje o dedicarse a apartarse de la sociedad, pero es una necesidad humana fundamental encontrarse con uno mismo, pues la paz no se puede tener estando siempre en el ruido.
“Desde siempre tiene necesidad del silencio y de la soledad para poder tener una vida en paz, para tener armonía en su corazón y eso lo ha buscado el ser humano siempre, pero en la tradición de la iglesia hay un tesoro enorme con estos primeros monjes que comenzaron a buscar la vida solitaria”, comentó.
El sacerdote dijo que en la actualidad hay ambientes, personas o relaciones “tóxicas” y en el fondo vivimos con personas que tienen nuestro mismo espíritu y fe y ese ambiente ayuda a crecer.
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Comentó que los ambientes de vicios, de crítica, de corruptos son los grupos que no ayudan a crecer, por lo que el primer mandamiento de Dios es amar al prójimo como a nosotros mismos.
En cambio dijo que hay personas que te aportan conocimiento, ayudan a discernir sobre algo que estás en duda o que te ayudan espiritualmente y generan un valor común, pues los seres humanos están llamados a la oración.
Reconoció que en la iglesia se perdió el silencio incluso en el clero y los seminarios.
En cuanto a la gente que tiene sobrecarga de ansiedad o cansancio mental y físico profundo, comentó que de ahí se genera mucha irritabilidad con los demás.