Los primeros días de Alex en su nuevo trabajo estuvieron llenos de cordialidad, sin embargo, después de algún tiempo su supervisor comenzó a agredirlo verbalmente y humillarlo cuando nadie los veía. Sus intentos por poner límites a las conductas negativas provocaron que éstas empeoraran y cuando acudió a recursos humanos para emitir una queja no lo escucharon, argumentando que el supervisor tenía “muy buenas referencias”.
En ese entonces no lo reconoció, pero ahora Alex sabe que sufrió mobbing o acoso laboral. Esta práctica es definida por la Fundación en Movimiento como la actitud degradante y constante de una persona o grupo hacia otra en su lugar de trabajo, atentando contra su dignidad e integridad psicológica, física y emocional, con la finalidad de destruirla y poniendo en peligro su puesto de trabajo.
Alex se acercó a Fundación en Movimiento A.C, donde con ayuda de los voluntarios de SeguriTech recibió asesoría. Ahí conoció sus derechos, se enteró que la ley debía protegerlo pero también el personal que trabaja con él. Esta orientación permitió a Alex tomar la mejor decisión para su bienestar y su familia.
Los especialistas que laboran en SeguriTech, empresa especializada en tecnologías para la seguridad, apoyan la lucha contra el mobbing trabajando en conjunto con la Fundación en Movimiento A.C. La asociación realiza capacitaciones y acude a los centros de trabajo donde aplica estrategias de prevención y concientización en contra del mobbing.
“Para SeguriTech este es un trabajo en conjunto que no se puede realizar si alguno de los sistemas estructurales que componen a una sociedad no participa o se involucra activamente, por lo cual, nos hemos comprometido a continuar esta labor de mano de Fundación en Movimiento A.C para erradicar las prácticas sociales que representan una amenaza para la tranquilidad e integridad de los trabajadores del país”, aseguró Ariel Picker, CEO de Seguritech.
Una encuesta realizada por el Centro de Carrera Profesional en línea de OCCMundial reveló que siete de cada 10 mexicanos han sufrido acoso laboral. Del total de entrevistados, 11 por ciento reconoció haberlo ejercido de alguna forma y 2.0% aceptó hacerlo regularmente.
Este tipo de violencia, que puede ser ejercida de jefes a subordinados, entre compañeros, pero también de subordinados a jefes, tiene consecuencias no sólo en la salud y bienestar de las personas afectadas y sus familias, también representa pérdidas monetarias para las organizaciones: El ausentismo, la rotación de personal y gastos de indemnización son solo algunos de los problemas que enfrenta el sector empresarial y la sociedad en general.
Al mismo tiempo, quien sufre este tipo de violencia puede presentar problemas de salud, trastornos del sueño, aislamiento, pérdida de autoestima, fobias, depresión, ansiedad e incluso pensamientos suicidas.
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