'Moda rápida', el efecto que hace que más del 90% de la ropa sea desechada

De acuerdo con Martina Díaz, coordinadora de Diseño Textil de la Universidad Iberoamericana Puebla, la ropa ya no se recicla.

Boho Vintage | Melanie Torres
Verónica López
Puebla /

La llamada “moda rápida”, que permite vestir ropa casi a la misma velocidad en que se produce a diferentes costos, es un fenómeno en crecimiento. Sin embargo, se trata de un modelo de negocio que impacta de manera grave al medio ambiente.

De la ropa que se deja de utilizar, más del 90 por ciento no se recicla. Por ello, es frecuente observar que prendas que ya no se usan terminan en el entorno urbano o en depósitos de basura.

De acuerdo con Martina Díaz, coordinadora de Diseño Textil de la Universidad Iberoamericana Puebla, los actuales modelos de consumo, que permiten estrenar prendas, usarlas y luego desecharlas, derivan en un alto costo ambiental.

“Ahora compramos 400 veces más ropa que hace 30 o 40 años. Esto quiere decir que estamos comprando solamente por comprar, sin conciencia o sin una necesidad real. Solo esa necesidad de la compra rápida, satisfacción rápida, o el decir ‘estreno cada semana’. Esta moda rápida ofrece cambios cada semana, entonces tenemos en el mundo vertederos gigantes que producen CO2 al medio ambiente. Sí, es un problema ambiental muy fuerte”.
Martina Díaz | Melanie Torres

El impacto de la ropa inicia desde su confección: primero, al obtener las fibras con las que se produce; y, después, las condiciones en las que se manufactura hasta su distribución, explicó la académica.

“Hoy en día, lo que las tiendas nos ofrecen es ropa más barata. Si nos damos cuenta de lo que costaba hace 20 años y hoy, a lo mejor hace 20 años teníamos mucha calidad y ahora tenemos cantidad que debe producirse más barata. La ropa es de lo que más contamina porque no solamente pensemos en que ya me deshice de mi prenda y ya está en un vertedero; toda la vida, esa prenda siempre va a contaminar”.

Reciclaje, una alternativa

Zaira Falcón, creadora de la iniciativa que promueve el reciclaje de diversos materiales llamada “Seres”, explicó que la ropa es uno de los productos que más desecha el ser humano y, por ahora, son pocas las iniciativas ambientales que se dedican a reducir la huella que genera la industria textil.

En entrevista para Multimedios Puebla, la activista señaló que los reciclatones, como el que cada mes se instala en el “Tianguis Tameme”, un espacio ubicado en la prolongación 11 Sur 5529, al sur de la capital del estado, promueven el consumo responsable.

“La ropa es el residuo que más se junta. En los reciclatones empezamos a recibirla y, realmente, era el residuo que más se juntaba. Son bolsas grandes de ropa y, como cualquier residuo, hay diferentes tipos: tenemos el sintético, ropa interior, algodón, jeans. Entonces, cada uno lleva un tratamiento específico por el tipo de material que es. Hay ropa que está en buenas condiciones y se puede donar, a la que se le puede dar un segundo uso, pero también está la ropa que ya está desgastada y ya no se puede donar, y esa es la que promovemos para que se recicle”.
Zaira Falcón | Melanie Torres

La emprendedora ambiental resaltó que el reciclado permite disminuir los residuos textiles, pero se requiere que, desde casa, las familias tomen conciencia del impacto de la ropa y contribuyan con medidas de separación de residuos para que puedan ser tratados a fin de darles otro uso.

“El enfoque de todo esto es que empecemos a impactar positivamente al planeta desde los residuos que generamos en nuestra casa y llevemos a que se gestionen correctamente. Ya estamos haciendo una gran labor para evitar que acaben contaminando, que es la situación que vemos en nuestro país, que acaben en un relleno. Desafortunadamente, al menos aquí en Puebla, los rellenos no tienen la infraestructura adecuada. Lo ideal es que estos residuos los separemos y los llevemos a los reciclatones para evitar contaminar y que estos se reintegren y vuelvan a ser materia prima”.

Otra oportunidad

Bazares, tianguis y trueques de prendas son algunas de las iniciativas que en Puebla se han puesto en marcha para reducir la huella ecológica.

Tal es el caso de Lucía Hernández y Marcos García, quienes impulsan la iniciativa “Boho Vintage”, desde la cual buscan generar conciencia y apuestan por darle a la ropa una segunda oportunidad.

Recicladora | Melanie Torres

Frente al consumo por la llamada moda rápida, los emprendedores coinciden en que la segunda mano representa una alternativa para alargar la vida de la ropa, ayudar al bolsillo y reducir la contaminación ambiental.

“No todas las personas tienen el acceso a poder comprar directamente de una tienda. Buscamos darle un segundo uso a la ropa que, a lo mejor, se pusieron una vez, incluso entre las prendas de nuestra familia. Revisando en el armario sale mucha ropa que, a lo mejor, fue usada una vez y pueden reutilizarse. Es un impacto menor a la contaminación y al planeta en comparación con las empresas que contaminan ríos y el agua. Es muy positivo hacer conciencia del reúso que no tiene nada de malo”.

CHM

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