Para evitar bullying, en NL modifican 80 nombres propios y el orden de apellidos

Tienden a ser utilizados en el doble sentido como Elma María que cambió a Elma Guadalupe.

Las burlas que reciben desde edad escolar por sus compañeros de clase es el motivo principal para cambiar de nombre. Raúl Palacios
Kevin Recio
Monterrey /

Porque durante la secundaria sufrieron bullying a causa de apodos con dolo y dado que algunos padres no se hicieron responsables de los gastos alimenticios del hijo, el Juzgado Virtual de lo Familiar del Poder Judicial de Nuevo León informó que modificó 80 nombres propios, así como el orden de apellidos.

El juez especializado en estos tópicos, Raúl Farfán Bocanegra, explicó que este fenómeno se da cuando a una persona le incomoda el nombre que le pusieron al momento de ser registrados, por bullying, o porque sus nombres tienden a ser utilizados en el doble sentido como Elma María que cambió a Elma Guadalupe.

Dentro de los cambios legales, que son posibles con ayuda del Juzgado, se cambió el nombre de, por ejemplo, Filomena, Ramona, Perla, Pomposa, Brittany, Simón, Florinda o Petrita, y se ajusta al que utilicen en la red social.

Luego Farfán Bocanegra solicita a los tramitantes que le indiquen a qué dependencias gira oficios para que modifiquen su papelería.

“También hay casos cuando un hijo se siente ofendido porque el padre se ha desobligado de ellos y piden cambiar el orden de los apellidos para ocupar en su acta de nacimiento que se pongan los nombres los apellidos de la madre y al final el del padre”, expresó el juez.

Este tipo de casos se da en adultos de entre 20 y 40 años, mientras que en los menores de cinco a 17 años por cuestiones escolares.

“Es fácil, hay que ir con un abogado de su elección a un Registro Civil y hacer la solicitud, si vemos que se requiere alguna documentación ya le pedimos que lo acompañe.

“Hay personas que tienen recibimientos de bullying y se les hace un interrogatorio con testigos y decir en qué consiste la ofensa que le hace tener el nombre, el apellido o el orden”, detalló Farfán.

Datos proporcionados por el Juzgado arrojan que Eli Ephyxhe cambió a Eli Enrique porque su antiguo nombre provocaba burla en la primaria causándole baja autoestima.

Guadalupe se quitó a Petra de encima, ya que “Petroleros Mexicanos, Petroski, Petri y Petrolina la vaquera” eran algunas de las burlas desafortunadas de compañeros en clase.

Joffre decidió ponerse José de Jesús porque las ofensas como “frentón, cofre, jocker y jofrenton” predominaron durante los recesos escolares.

Lucas Alejandro optó por Alejandro Martínez, dado que sus compañeros le decían luchas chamoy, Lucrecia o Lucas, el de los dulces.

Arwen Alejandra también fue víctima de bullying, pues sus compañeros y las mamás de éstos cuestionaban si el nombre se le puso por “arwendera”.

Enrique Mascota cambió a Enrique Mascott porque le gritaban: “Eres mi mascotita”, le silbaban, entre otras cosas.

Es importante mencionar que cuando se cambia el nombre se le da vista al Ministerio Público para cuestiones legales.

Sin embargo, agregó el juez, la situación de bullying está disminuyendo en las escuelas por la cuestión de la pandemia del covid-19, mientras que en los adultos, como ya están acostumbrados a ese tipo de comentario, quieren morir con él.

“Exhortamos a que no piensen poner el nombre de un artista o de un deportista porque es una cosa de darle un prejuicio al menor porque le va a poner apodos”, finalizó.

En la zona metropolitana de Monterrey no será raro toparte con Marciano, Tarzán, Uno, Dos, Krisis Mundial, Satana, Circuncisión, Astrobélico y Bebe.

El Artículo 1 de la Constitución de Nuevo León indica que todas las autoridades tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, invisibilidad y progresividad.


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