Al afirmar que Monterrey VI debería retomarse para beneficio del área metropolitana en plena crisis del agua, Humberto Armenta González, presidente del Consejo de Administración de Regiomontana de Construcción y Servicios, SA de CV (Recsa), aseguró que este proyecto se convirtió en una bandera rentable políticamente hablando para el entonces candidato Jaime Rodríguez Calderón, lo que orilló en su cancelación.
El empresario que participó a través de Recsa, al formar parte del consorcio que construiría el acueducto, habló en entrevista vía telefónica con MILENIO sobre los beneficios de este proyecto, pero también de los motivos que podrían haber generado su suspensión en abril de 2017.
“Yo creo que fue más (factor) político. La percepción del acueducto de corrupción, tanto del consorcio o algunos integrantes del consorcio, como del gobierno saliente, del gobernador (Rodrigo) Medina, hicieron propicio que se convirtiera en una bandera rentable políticamente hablando para el entonces candidato El Bronco.
“Entonces la gente se volteó y opinaba en contra; a mí me tocaba hablar con gente inteligente y todo, pero el proyecto lo condenaban como una cosa mala y eso es lo que desafortunadamente puede hacer con la propaganda”, señaló Armenta González.
El ex presidente nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción recordó un caso similar cuando se pidió en su momento la cancelación y la resistencia a la construcción de la presa Rompepicos durante el gobierno de Fernando Elizondo Barragán, sin embargo, ya son varias inundaciones de las que ha salvado al área metropolitana.
“Estas obras desafortunadamente así son, se ponen en la discusión pública y son manipulables; se hablaba incluso de daños ambientales al río Tampaón (en San Luis Potosí), una bola de cosas que a la hora de la hora eran falsas, falsas, falsas”, dijo.
Debe retomarse
Armenta González indicó que el proyecto hidráulico debería retomarse para beneficio de la comunidad.
“Sí se debería retomar (el proyecto Monterrey VI) para algunas cuencas, como la cuenca del río Bravo, que es la que nos corresponde, donde ya está superada de alguna manera la eficiencia en la distribución del agua urbana, doméstica o agrícola... el trasvase es una solución bastante viable”, dijo.
“Técnicamente no hay mucho para dónde hacerse para Monterrey, esa es el agua que tenemos que traer, no va a haber más de otra, entonces hay que volver a estructurar un trasvase”, complementó.
El presidente del Consejo de Administración de Recsa informó que Monterrey crece alrededor de un cuarto de metro cúbico por segundo por año, por lo que con los 6 metros cúbicos se garantizaban los próximos 24 años de crecimiento de consumo de agua de la ciudad, si se hubiera llevado a cabo Monterrey VI.
“Tuvimos la oportunidad en Monterrey VI con relativamente poco dinero, alrededor de 3 mil millones de pesos, del Fonadin (Fondo Nacional de Infraestructura), era una aportación a fondo perdido del gobierno federal que ayudaba a ser viable de cerca de 13 mil o 14 mil millones.
“Teníamos dos cosas logradas ante la Federación: esos 3 mil millones de años, que creo que hoy no los tenemos para los proyectos alternativos para la presa Libertad, no conozco los detalles, pero entiendo que la Federación no nos ha vuelto aportar este monto para el tema del agua y otro que se desaprovechó fue la concesión o el permiso para extraer el agua del río Tampaón.
“Ya lo hubiera querido cualquiera, debió haber sido muy peleado ese permiso, desconozco que esté vigente, y si está vigente, es algo que tenemos que voltear a ver antes de que sea demasiado tarde, porque al rato esa concesión se pierde, eso prescribe y la va a tomar otro estado”, señaló.
El presidente del Consejo de Administración de Recsa atribuyó que la cancelación de este proyecto hidráulico se debió a un vaivén político, pues en realidad el proyecto se iba a pagar por parte del consumidor con las tarifas de Agua y Drenaje de Monterrey.
“Se hablaba de pagar 24 mil millones y 44 mil millones, cifras medio alarmistas; el dato que hay que conocer (por parte) del usuario: iba a pagar 7 pesos con 93 centavos por cada metro cúbico. Otras alternativas como el salado del agua cuesta cerca de 1 dólar por metro cúbico, cerca de 20 pesos, y falta conducirla desde el mar hasta la ciudad. ¿Cuánto uno paga por agua embotellada? 4 o 5 veces más.
Salida del proyecto
MILENIO publicó el pasado 29 de noviembre que el ex gobernador Jaime Rodríguez Calderón dejó a la actual administración una demanda por 75 millones de pesos, producto de su decisión de cancelar el acueducto Monterrey VI, tras un litigo de parte del consorcio Aquos Promotora de Infraestructura, que exige desde 2018 a Agua y Drenaje del pago de esa cantidad como indemnización por daño moral, pago de gastos y costos.
Sin embargo, el 3 de mayo de 2018, Recsa concretó su salida del proyecto al vender su participación a Concretos y Obra Civil del Pacífico, SA de CV, una de las empresas participantes.
Por ello, agregó, desconoció el estatus del litigio por la demanda por indemnización.
Indicó que, de haberse llevado a cabo el proyecto Monterrey VI, el área metropolitana estaría recibiendo los beneficios.
“Esto fue desde 2014, este caudal ya estuviera suministrando desde la presa Cerro Prieto, ponle que sean 2 años o 3 desde el 2017, ya estuviera (construido)”.
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