A bordo de 13 calandrias eléctricas un aproximado de 40 personas caracterizadas de Novias y Novios catrines partieron de la explanada del templo Expiatorio, rumbo a la Zona Centro de la ciudad, como parte del desfile que se realizó en el marco del Día de muertos en Guadalajara.
En punto de las 5 de la tarde, estos personajes se encargaron de amenizar el recorrido que culminó en Plaza Liberación. Chicos y grandes disfrutaron del espectáculo que buscaba generar alegría y empatía con los asistentes que disfrutaban en todo momento de esta tradición tan importante para los mexicanos.
Antes de partir en las calandrias, las y los catrines se detuvieron un momento para ser fotografiados por las decenas de personas que acudieron para seguir el recorrido que duro un aproximado de 40 minutos.
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“Me siento muy feliz porque esta tradición no se ha perdido a pesar de los tiempo difíciles de una pandemia, los colores, las luces, las música y el estar escuchando la música tradicional de México, ver sus uniformes, se siente bonito ser mexicano”, contó Ambar Serrano, espectadora.
Otra de las paradas que se realizó fue en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres para ofrecer una explicación del Altar de Muertos, que instaló la Dirección de Cultura Guadalajara. Posteriormente se dio la bienvenida los participantes en el Registro Civil donde se llevó a cabo el contrato "Hasta que la muerte nos amarre" en el que se realizaron casamientos de manera simbólica.
Sin embargo, la celebración no terminó ahí. Diversos conjuntos musicales de rondalla amenizaron la noche desde la plaza de armas, al tocar canciones como Amor Eterno, en honor a quienes se adelantaron en el camino o la ya tradicional Guadalajara, Guadalajara.
Los asistentes se mostraron efusivos y orgulloso de sus tradiciones, incluso, entre los asistentes también hubo extranjeros que se dijeron contentos de ser parte de esta celebración tan colorida y llena de magia.
Ramón Fonseca viajo desde Atotonilco a Guadalajara por cuestiones de trabajo, dijo que en su pueblo esta tradición cada día se ha perdido, por eso aprovechó que estaba turisteando por el centro histórico para quedarse y disfrutar de la música.
Incluso, sacó su teléfono celular y compartió con su familia a través de una video llamada el evento en vivo.
“Lo que me gusta es que hay mucha gente disfrutando y esperaba ver muy pocas personas por la festividad, pero parece que en lugar de ser día de muertos es día de vivos, está muy bonito esto. Allá en Atotonilco los panteones están muy tristes y de hecho se ve que no hay mucha gente que va”, compartió Ramón Fonseca, turista asistente.
Alrededor de las 8:00 de la noche el evento culminó y los asistentes regresaron a sus casas contentos porque a pesar de la pandemia, este año si pudieron conmemorar y recordar de manera física a quienes ya no están.
JMH