Nancy Rodríguez habitaba en la calle Las Rocas número 8319, en Fomerrey 106, bajo la sombra del cerro del Topo Chico, pero su mundo cambió de manera drástica tras el paso de la tormenta tropical Alberto.
La furia de la naturaleza dejó su hogar inhabitable debido a la caída de rocas que se desprendieron del cerro.
La casa de Nancy, que había sido su refugio y el de su familia, quedó destruida.
“Vivo en una de las casas afectadas, la que se cayó por completo. Perdimos todo”, comenta Nancy, con una mezcla de tristeza y resignación.
Desde que su hogar fue devastado, Nancy ha estado viviendo a la intemperie, afuera de lo que por años fue su casa.
Las noches son largas y difíciles, llenas de incertidumbre y temor para ella y su familia.
“Ahorita estoy aquí en la calle. Me he quedado todos estos días aquí. Una señora me ofreció quedarme a dormir en su casa, pero aun así estoy en peligro. La casa que me ofreció está al lado de la mía, así que el riesgo sigue siendo el mismo”, explica Nancy.
Y las dificultades se multiplican. Con dos hijos con capacidades diferentes, las responsabilidades y preocupaciones son mayores.
“Alcancé a rescatar algunas pertenencias, pero me falta la papelería importante para cobrar la ayuda para mis hijos”, menciona.
Pese al apoyo urgente que necesita, los trámites necesarios para obtener el mismo no son inmediatos, y eso añade más estrés e incertidumbre a la situación.
“Las autoridades nos ofrecieron ayuda, pero el proceso es lento. Nos dijeron que nos hablarían en noviembre para ver cómo iba el proceso”, explicó.
A pesar de la situación precaria en la que está viviendo junto a su familia, Nancy encuentra un poco de consuelo y apoyo de sus vecinas, que le permiten utilizar sus cocinas para preparar alimentos para su familia.
Por lo pronto, ella y sus hijos comen y duermen en la calle en espera de que llegue la ayuda prometida.
De acuerdo con las autoridades estatales, el paso de Alberto provocó daños a cerca de mil viviendas en Nuevo León, desde enseres domésticos hasta afectaciones en la estructura. Según un censo, los municipios donde hubo mayor registro de casas con destrozos fueron Santiago, Santa Catarina y los del sur.
nrm