Del Chal al cubrebocas, después las diademas, los tortilleros, entre otros bordados más que hoy realiza el grupo Cihuatl, integrado en su mayoría por madres solteras que buscan la forma de subsistir en medio de esta pandemia del covid-19.
Fátima Monserrat Valerio Hernández, integrante del grupo Cihuatl, (Mujeres en náhuatl), dijo que tienen más de un año que la elaboración de ropa típica que bordan féminas de ese municipio y que se vende principalmente en destinos turísticos y tiendas con venta de artesanías, tuvo una reducción en sus ventas de hasta un 80 por ciento, el cierre de espacios por la misma contingencia sanitaria hizo que los pedidos casi no existieran y sus ventas preferentemente las hacían mediante plataformas digitales.
Ante esto, tuvieron que idear qué hacer para subsistir, fue así como comenzaron a bordar cubrebocas, los cuales comenzaron a vender inicialmente en el mercado regional y posteriormente enviaron a otros puntos del país, sobre todo la Ciudad de México.
Hubo aceptación y comenzaron a tener pedidos, este trabajo lo hacían aún cuando no les dejaba una utilidad importante, porque el precio que tenían era de cinco o seis pesos, mientras que los compradores los llegaban a vender entre 30 y 40 pesos.
La necesidad de tener aun cuando fuera un ingreso mínimo, las llevo a seguir realizando este tipo de trabajo en el que se involucran más de un centenar de mujeres que a través de este oficio que han heredado, buscan mantenerlo y subsistir del mismo, luchando a diario para que esta actividad siga representando una fuente de ingresos y sobre todo mantener esta tradición que tiene más de un siglo en ese lugar.
AFM