Rompiendo paradigmas, sargento Celene Téllez Wood se hace presente en Materiales de Guerra

Especial

Las mujeres en el Ejército ya no solo están en las áreas de Medicina o Administración.

La mujer se hace presente en materiales de guerra del ejército.
Christi Arellano
Pachuca /

A nueve años de servicio militar, la sargento 1/o Auxiliar de Materiales de Guerra, Celene Guadalupe Téllez Wood, se ha hecho camino en las fuerzas armadas, aprendiendo de la rigurosa disciplina de la institución. Actualmente se desempeña en la 18va Zona Militar en Hidalgo con sede en Pachuca.

En entrevista con MILENIO, Téllez Wood recordó que, al ingresar al Ejército en la sección de Servicios y Armas, era muy limitado pertenecer para el género femenino, generalmente su participación era más en puestos de médicos, enfermeras y en Administración, motivo por el cual le costó más la adaptación, pero no por ello dejó de intentarlo.


“Cuando logré entrar fue muy satisfactorio; muchos piensan que el Ejército es cerrado pero todo lo contrario, es una institución muy noble que te brinda oportunidades de crecimiento”.

La militar es originaria de la Ciudad de México, y en la actualidad es la única mujer en el estado de Hidalgo en el área de Materiales de Guerra.

“Hasta hace pocos años las mujeres solo éramos auxiliares y nos encargábamos de la revisión de los materiales, ahora también somos operadoras”.

Las mujeres dentro del Ejército, hoy en día, tienen las mismas oportunidades que los hombres, al grado que se ha ampliado la admisión a mujeres en Materiales de Guerra en servicio permanente.


¿Cuáles son los obstáculos que se ha enfrentado en su carrera militar?

“Dan por hecho que por ser mujer no estás capacitada de hacer ciertas cosas, pero nosotras vamos demostrando que eso no es verdad, con nuestro trabajo y la preparación suficiente podemos liderar al personal y alcanzar los mismos puestos que encabezan los hombres; sí, hay que esforzarse y ser perseverantes”, responde Téllez, quien invita a sus colegas a no confirmarse y a no truncar su carrera en un solo grado.

En la Sala de Juntas del Ejército en la Bella Airosa, luce satisfecha con el camino recorrido y la experiencia obtenida en su rango, misma que comparte con las nuevas generaciones.

“La sección de armas es un trabajo como si fueras un obrero, nos encargamos de la fabricación, supervisión del armamento y utilización de las diferentes máquinas en sus diferentes procesos.
“La fábrica se encuentra en la Ciudad de México y está en un proceso de migración a Puebla; en las zonas militares se reciben municiones y armamento, sin reclamo futuro. Se les entrega un acta de donación, posteriormente el servicio se encarga del resguardo, conservación, almacenamiento, distribución del material de guerra, armamento y municiones”, mencionó.

También cuentan con el canje de armas: “son módulos puestos en lugares específicos en coordinación con los gobiernos para la captación de material bélico, pero en este caso particular se establecen montos específicos, en dinero o especie dependiendo del material bélico que deseen canjear y las condiciones que se encuentre. Cuando realizan el canje de armas, es una vez al año, pero por las condiciones sanitarias está suspendidas”.

Al recolectar el material, explicó, se destruye y se concentra como desecho ferroso en los almacenes con la finalidad de que sean fundidos o en su caso elaboran esculturas con partes de los armamentos.

En la Zona Militar de Hidalgo se realizan destrucciones masivas de armamento tres veces al año o en su defecto al concentrar 100 armas o más.

¿Cómo es un día dentro del Ejército?

“Nosotros iniciamos a partir de la 5 de la mañana y terminamos a las 9 de la noche aproximadamente; en toda esa jornada siempre tenemos actividades, para ello necesitamos fuerza íntegra, física, mental e intelectual, disciplina y perseverancia. No es lo mismo un trabajo civil al del ejército, aquí tenemos establecido horarios, leyes diferentes y reglamentos. Si se siguen las reglas vas progresando”.

La sargento además de cumplir con su deber de servir a la nación, es madre de tres pequeños que tienen 17, 12 y 5 años de edad. Señala que ellos se han adaptado a la disciplina y a los cambios constantes que tienen que realizar. “Mis papás y mis hijos comprenden mi trabajo y ayudan en casa”, narra con alegría al tiempo que revela que su hija de 5 años quiere seguir sus pasos y ser también una militar destacada.

LAS MÁS VISTAS