Sirven con honor y trabajan por el país desde la Fuerza Aérea Mexicana

Ejecutar misiones aéreas no solo requiere conocimientos y práctica, sino también mucha vocación, y los pilotos narran cómo se enrolaron en el brazo volador de las fuerzas armadas.

Los pilotos y el personal de mantenimiento de las aeronaves están listos para entrar en acción en cualquier momento. Pedro Delgado
Pedro Delgado
Monterrey, Nuevo León /

Efectuar misiones de seguridad y rescate en el aire involucra vastos conocimientos, entrenamiento y estrategias elaboradas de manera cuidadosa y profesional, pero principalmente vocación de servicio, y esto es lo que les sobra a los pilotos aviadores y al personal de la Fuerza Aérea Mexicana, que este sábado 10 de febrero conmemora su día.

“Verdaderamente el adiestramiento sí exige mucho de uno, tanto conocimientos como práctica”, comentó Alberto Alcántar, miembro de la Fuerza Aérea Mexicana, quien informó que diariamente ejecutan misiones de todo tipo, ya sean de vigilancia o auxilio.

El militar explica que para capacitarse utilizan simuladores de vuelo, progamas virtuales en los que aprenden a solucionar problemas propios de misiones de alto riesgo.

“Principalmente tenemos los simuladores de vuelo, en esos practicamos para que ya al momento de desarrollar los vuelos reales todo sea con seguridad”, indicó Alcántar.

Cada uno de los operativos, que van desde seguridad hasta rescate en desastres naturales, requiere tomar en cuenta factores como las condiciones meteorológicas, despacho de vuelos, atlas de riesgo y sanidad entre los tripulantes, abundó.

“En el Plan DN-III se llevan a cabo operaciones aéreas tanto de traslado de personal y auxilio a la población civil. También este helicóptero está habilitado para funcionar como ambulancia aérea, así que tenemos la posibilidad de trasladar heridos”, explicó Alcántar.

El piloto narró que su abuelo fue su ejemplo de vida y profesión. Al verlo, Alcántar se inspiró para ingresar a la Fuerza Aérea Mexicana. Ahora es un piloto aviador consumado y ostenta el cargo de teniente en esa rama de las fuerzas armadas mexicanas.

Foto: Pedro Delgado

Otro ejemplo de vocación y amor a su trabajo es Jimena Pacheco Díaz, quien llegó a la Fuerza Aérea a pesar de que nadie de su familia había pertenecido a la milicia nacional.

Pacheco primero fue parte del Ejército mexicano y luego se pasó a la rama aérea. Hoy se encarga de lo relacionado al mantenimiento preventivo de las aeronaves para que éstas estén listas para los distintos operativos.

“En mi familia soy la única militar. Desde niña tenía una cierta admiración por el personal militar, entonces pensaba que cuando yo fuera grande quería ser militar, y así fue como me uní a las fuerzas armadas.
“Ya estando en las fuerzas armadas conocí lo que es la Fuerza Aérea y fue así que me enlisté aquí”, expresó.

Ante todo, servir a la sociedad y al país desde las alturas es lo que llena a los pilotos militares de satisfacción y de felicidad.

Así, este sábado 10 de febrero se conmemora el Día de la Fuerza Aérea Mexicana, la cual se encarga de custodiar el espacio aéreo mexicano con enfoque social y humanista.

nrm

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