El 28 de mayo se celebra el Día Mundial del Juego y para conmemorar este día, explicar sobre el valor que a los niños y a las familias, se ofrece una práctica y hablar detenidamente sobre los juegos, sus beneficios y repercusión, señaló Manuel Rodríguez Flores, profesor en Educación Física que llevó a cabo una sesión con alumnos con necesidades educativas especiales.
“Es importante que los niños expresen su sentir, expresen su alegría, su entusiasmo, su participación, su compañerismo y el juego es un medio de la educación física que nos permite expresarnos de esa manera. Podemos tener juegos pasivos, juegos motores, juegos recreativos y todos ellos tienen una riqueza de enseñanza para que los niños puedan desarrollar habilidades y salir adelante”.
El especialista, quien de manera voluntaria trabaja desde hace más de 30 años con atletas sordos y con aquellos que registran alguna discapacidad intelectual,
señala como necesario reconocer la importancia del juego en el desarrollo de los infantes
, porque
“el juego es participar, vincularse, expresarse, crear y deshacer, transformar y transformarse”.
Además, indicó que el jugar nos permite ser espontáneos, "podemos aprender haciendo, estimula nuestras emociones, nos permite interrelacionarnos, y potencia la creatividad y el talento. El jugar nos ayuda a conectar con las propias emociones”, resalta.
Por ello, pide “recuperar la idea del juego por el juego” y no perder de vista la parte lúdica. Para mostrar el alcance de esta práctica llevó a cabo una actividad recreativa en la que tomaron parte infantes con síndrome Down.
"(Jugando) Trabajamos coordinación motriz gruesa, desarrollo de la capacidad física, pero también con los elementos de conocimiento de cuerpo, de ubicación, hacia adelante, hacia atrás, desplazamientos. Lateralidad, cuando trabajamos con la pelota, cuando trabajamos con el aro. Con el cono atrapador además de jugar trabajamos óculo-manual, ubicación espacio tiempo temporal también”.
Informa que desde marzo del año pasado lleva sesiones de forma virtual con grupos de 10 a 15 niños y es la primera ocasión en el presente año y desde hace varios meses atrás, que se reúne con un grupo de forma presencial.
Resalta que el área y actividades de la Educación Física han permitido a los infantes y escolares salir de la monotonía y desgaste emocional que el confinamiento social ha provocado.
“Ha habido buena respuesta. En un espacio de cuatro por cuatro metros podemos saltar, podemos jugar, podemos hacer abdominales, estiramientos. Los niños y la gente en estos tiempos de pandemia han aceptado (las actividades) porque les ha fortalecido su respiración, su relajación. Participan y están atentos, incluso ya quieren que llegue el sábado o el día en que tienen actividad porque ya quieren participar”.
Asimismo, indica que en la pandemia ha laborado con poco más de 350 infantes y jóvenes, “con los niños de CAM, Cuaima (Centro de Atención Múltiple de Educación Especial), con los cuatro Usaer que pertenecen a la Zona 28 de Educación Especial, a parte con los de las asociaciones deportivas”.
Por último, hace un llamado a disfrutar de más tiempo en familia, y por supuesto de fomentar el juego como aprendizaje en los niños.
AFM