A 24 horas del linchamiento en Metepec, Hidalgo, la cabecera municipal está desierta. Un puesto de tacos se asoma en la esquina y el olor a carne llama la atención de varias personas que se arremolinan para almorzar.
Son las 11:00 horas, justo un día antes cuatro personas fueron linchadas en la explanada del ayuntamiento, frente al presidente municipal Alejandro Amador Franco y a los menos de diez elementos de seguridad pública que se encontraban en la oficina.
La presidencia se encuentra cerrada, no hay ni una sola oficina que brinde la atención ciudadana o para trámites y servicios. Pocas personas son las que llegan a mirar lo que ocurrió 24 horas antes.
La propietaria de una tienda de abarrotes y su esposo, afirman haber visto todo. Nunca cerraron el negocio, dicen que todo pasó muy rápido y pese ser gente de la tercera edad, no vieron en riesgo su integridad. Justo enfrente del ayuntamiento, se ubica el pequeño restaurante Mar de Plata, una cocina económica donde su propietaria cerró al ver la trifulca y abrió ese mismo día a las 16:00 horas para dar servicio “a los ingenieros” de la presidencia que tras los hechos todavía acudieron a comer.
Horas antes, el jueves 27 de septiembre, un grupo de aproximadamente 100 personas provenientes de comunidades e incluso municipios aledaños, arrebataron a cuatro detenidos que se encontraban al interior de la comandancia del pueblo. Los acusaron secuestro, de estar merodeando en las inmediaciones de un jardín de niños. En redes sociales circuló la versión de que ese día habían raptado a un menor del municipio vecino de Agua Blanca, lo que causó alarma entre la población que rápidamente se enteró que había personas retenidas que podían ser captores.
María, una de los testigos de lo ocurrido, señaló que ubicaron un automóvil extraño en la colonia Ignacio Zaragoza, muy cerca del centro escolar de la zona, motivo por el que comenzaron las denuncias por whatsapp para que alguien acudiera a ver qué hacían ahí estacionados sujetos que no eran de la comunidad.
Lo siguiente ya no fue con palabras. Armados con palos y piedras, un centenar de personas sacaron del vehículo a los sospechosos que no pudieron identificarse ni mediar palabras. Entre ellos Alberto Vargas de 34 años, quien se desempeñaba como agente del Ministerio Público de la Procuraduría de Justicia de Hidalgo, la única víctima fatal hasta ahora, de los hechos.
En la explanada del municipio hay rastros de sangre, en la calle contigua los restos de asfalto calcinado pues pobladores quemaron la unidad que fue asegurada a las personas que retuvieron.
“A mí me avisan que había unas personas sospechosas entrando a la escuela, cuando llegué solo estaban los padres de familia afuera de la escuela y otros ya habían ido a seguir el coche; primero las personas del auto les dijeron que estaban ahí porque su auto estaba descompuesto, entonces cuando vieron que se empezó a reunir la gente, ellos se subieron al carro y trataron de huir, entonces ya la gente los siguió, los propios padres de familia que tienen carro los siguieron y los alcanzaron en la clínica”, narra María quien presenció todos los hechos.
De acuerdo con la testigo, antes de llegar a la clínica, del auto bajaron a una persona por el puente del río, misma que corrió hacía el cerro. La población ya enardecida, exigía una explicación sobre los desconocidos.
“Entregan a la comandancia a los que iban en el auto y la gente se va en búsqueda de la persona que habían bajado y sí efectivamente lo encontraron, lo alcanzaron en una tierra de cultivo y ahí fue donde lo detuvieron y lo llevaron a la comandancia y como el director nunca les pidió que se identificaran, era lo único que les pedía, que se identificaran y que dijeran a qué iban y jamás hubo esa información, entonces la gente se empezó a enojar y ya fue cuando las cosas se salieron de control”.
Para ese momento, pasadas las 11:00 horas de la mañana del 27 de septiembre, el presidente municipal Alejandro Amador Franco, intentó dialogar con la población reunida en la explanada de Metepec.
“Salió también el presidente a intentar controlar a la gente, que si los detenidos tenían alguna culpa, que los investigaran por eso hay autoridades, y el presidente dijo que dejaran hacer su trabajo al comandante, que estaba ahí para escucharlos pero que el trabajo era del director de seguridad y fue cuando la gente se molestó mucho de que la policía nunca les pidió una identificación, no decían de dónde venían, ellos decían solamente que eran ministeriales y que venían a hacer una investigación, pero no pasaron de ahí y fue cuando la gente comenzó a quererles sacar la verdad a golpes”, dijo María, quien en ese momento tuvo que resguardarse para cuidar su integridad.
Como en los linchamientos reportados a últimas fechas en el país, como en Acatlán de Osorio en Puebla, como en el propio Hidalgo en Santa Ana Ahuehuepan en Tula, la turba tiró la puerta de la comandancia y arremetió en contra de los cuatro detenidos.
“La misma gente los sacó, los empezó a golpear y todo eso. Nadie hizo nada, nadie paró nada, nadie detuvo nada, los que golpeaban lo hicieron sin miedo y nunca detuvieron nada y ya después los heridos como dos horas después los recogieron porque la gente no dejaba que los sacaran”, cuenta con preocupación María quien también confiesa que ya no se sabe si es el huachicol (robo de combustible) u otra cosa, pero la situación es inestable en materia de seguridad.
“Si ha habido mucho de ese tema del huachicol, si también, lo que es aquí la comunidad, el municipio completo. La verdad no tenemos idea de por qué. La comunidad pedimos más seguridad, que haya apoyo, que se vea el respaldo porque pareciera que estamos entre puro delincuente, no hay autoridades, no hay justicia, que investiguen, que se metan a su trabajo, muchas veces nosotros hemos visto a personas en las patrullas con mujeres y muchas veces se distraen con otras cosas y dejan su trabajo de lado”.
VERSIÓN MUNICIPAL
MILENIO buscó al presidente municipal Alejandro Amador Franco para conocer la versión oficial de los hechos, sin embargo nos e obtuvo una respuesta.
Eliseo García Yáñez, Secretario General Municipal de Metepec, señaló que nunca se había vivido un episodio de violencia y linchamiento en la localidad, al menos en lo que va de la actual administración de 2016 a la fecha.
Rechazó que la autoridad local no cuente con los protocolos y mecanismos correspondientes para poder atender una contingencia como la ocurrida con pobladores y personas retenidas.
“Lo único que te puedo comentar es que el personal con el que se cuenta nunca había tenido ningún tipo de situación de esta índole y el personal está capacitado y había sido el suficiente, las fotos reflejan lo que me estás preguntando, son por mucho, más que la cantidad de nuestros elementos, aun cuando llegó la estatal eran superior a nosotros”.
Respecto a que se trate de un tema relacionado con bandas dedicadas al robo de hidrocarburo, o al robo de niños, a la comisión de algún delito, se limitó a decir: “No tenemos ningún dato”.
“Le comento lo mismo, las autoridades nos han dicho que para no entorpecer la investigación, ahorita no se de ningún tipo de información, ellos en su momento darán más datos porque nosotros prácticamente estamos recibiendo la información a cuenta gotas.
Fueron muy puntuales en que no diéramos ningún tipo de dato en tanto no ellos no informen porque ya están investigando”, finalizó en entrevista telefónica.