Naydelin lleva un vestido de flores y una chamarra color rosa, sus rizos desaparecieron tras la operación a la que fue sometida para colocarle una válvula en el cerebro y con ello evitar mayores daños físicos; así deberá esperar a su siguiente operación, en la que le extirparán el tumor de la cabeza.
A pesar de ello, su sonrisa, su alegría y optimismo no se pierden, y aunque no entiende del todo lo que está pasando, tiene la plena confianza de que todo saldrá bien, “porque tengo fe en papá Diosito y en el doctor que me va a operar para salir bien”.
Su mamá, Gabriela Hernández, ha terminado de limpiar la casa con pisos de concreto y Naydelin acaba de celebrar a su mamá y a su abuelita con un pastel de fresa por ser Día de las Madres. Su mamá la observa, sonríe, la abraza y asegura que lo que le está pasando a su hija es una de las lecciones más difíciles que ha tenido en su vida.
- Te recomendamos Preparan Expo Tatuaje para salvar la vida de una pequeña Comunidad
“Mi hija sigue siendo la misma, lo toma como si nada y ella es una niña muy valiente. Es algo muy fuerte lo que estamos viviendo y no me lo esperaba (…) cuando los doctores me dijeron todo lo que tenían que hacerle me sentía muy mal, porque yo veía a mi hija bien, pero ahora, después de su operación, sé que saldrá bien”, expresa Gabriela, mientras Naydelin sólo la observa.
La operación
Un abrazo fuerte entre ambas surge mientras Gabriela señala que podría ser el DIF Hidalgo el que absorba el gasto de la operación, por la cual se está reuniendo dinero y se organiza una Expo Tatuaje, misma que no tiene aún lugar ni hora para realizarse.
“Pues llegó una información de que tal vez el DIF pudiera cubrir la operación, pero aún no sé qué posibilidades haya, no nos han confirmado nada, pero esperamos seguir con más apoyo porque va a requerir para sus tratamientos, estudios de seguimiento y en este momento hasta su alimentación es costosa, y pues hemos recibido el apoyo de mucha gente”.
“Yo tenía un trabajo de medio tiempo, pero después de lo que sucedió, me dedico a cuidar a mi hija al 100 por ciento, porque ella necesita de cuidado, necesita de alimentación específica y de verdad que es mucho el dinero, se requieren de más estudios para ver cómo va y las cuentas se suman”, expresa Gabriela, mientras recibe otro abrazo de Naydelin.
Aún no hay fecha para su próxima operación, pero esperan continuar recibiendo apoyo de la gente (a la cuenta BanCoppel 4169 1604 4105 5531), ya que la dieta que lleva Naydelin es costosa, “porque no debe de llevar grasa, muchas verduras y pues gracias a las donaciones he podido darle esa calidad de alimentación que requiere”.
“De la gente que nos ha apoyado, de ahí ha salido para la comida para mi hija, porque repito, para mí es costoso darle de comer, pero con lo recibido, ha podido llevar la alimentación que requiere”, asegura.
Un abrazo más de Naydelin, que mantiene sus ojos grandes con largas pestañas, se detienen en el rostro de su mamá, pero la vuelve a abrazar y le expresa un “te quiero” más.
“Lo que le van a hacer es muy delicado, le van a quitar un tumor que tiene en su cabeza porque le está afectando la visión de su ojo derecho. Ya me dijeron que no es maligno el tumor, pero se lo tienen que quitar y me dijo el doctor que hay muchos riesgos, como en toda operación, pero confío en él y le tengo confianza al doctor”, explica Gabriela, mientras continúa el abrazo entre madre e hija.
Actualmente Naydelin no puede correr, brincar y tampoco puede estar expuesta al sol porque le lastima el ojo, aunque continúa recibiendo a sus amigas para jugar. Gabriela agradece las aportaciones económicas que ha realizado la gente y solo espera que puedan solventar los gastos para que Naydelin salga bien de la operación, “porque hay gente que ni siquiera nos conoce y me han brindado mucho su apoyo, más que de la familia, a la única que puedo decirle que ‘mil gracias y que Dios los bendiga’”.