Los habitantes de los ocho barrios representativos de la alcaldía Iztapalapa, que buscan interpretar a los nazarenos en la representación de la Pasión de Cristo, gastan hasta 2 mil pesos en la construcción de cruz, vestuario y accesorios para participar en la escenificación de los pasajes bíblicos.
De esos 2 mil pesos, la mayor parte del presupuesto se va a la construcción de la cruz que cargaran en el recorrido del Viernes Santo, la cual cuesta aproximadamente mil 500 pesos.
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El precio depende en gran medida del tamaño y de la calidad de la viga de madera, asimismo si son para niños , jóvenes o adultos, hay hasta de segundo uso con un costo de 800 pesos.
El segundo punto importante son el vestuario y los accesorios, el traje de nazareno que consta de una túnica morada y un manto blanco cuesta, en talla de adulto, 200 pesos y para niño 150 pesos, estas tienen que amarrarse a una cinta con un costo de 25 pesos, los huaraches van de los 100 pesos para tallas de niños y 150 para los adultos, aunque hay algunas personas que para cumplir con alguna manda, hacen el recorrido descalzos.
La corona de espinas que utilizan es uno de los accesorios más importantes, no solo por el significado religioso, sino por el hecho que esa es una artesanía que hacen los propios habitantes de los 8 barrios y que cada una de las piezas tienen un precio de entre 35 a 40 pesos, el precio varía entre sí tienen flores o musgo para adornar.
¿Cuánto cuesta vestirse de Nazareno?
- Corona: entre 35 y 40 pesos.
- Huaraches: 150 pesos.
- Trajes de nazarenos: 150 pesos, el de niño; y 200 pesos, para adultos.
- Cintas: 25 pesos.
- Cruz de madera: mil 500 pesos.
Es el caso de Alejandro, quien en su juventud participó como romano en la representación de la Pasión de Cristo y que ahora es artesano de coronas de espinas, oficio que aprendió de sus familia.
"Yo las hago, yo las puse con hilo cáñamo para amarrarlas, porque hay muchos que nomás las agarran y las tuercen y no, es a modo de que se amarren bien para que no se zafen, no las enredan y se zafan, no, tienen que ir amarradas para que no se zafen, estas yo las hago, gracias a Dios mi papá, mis abuelitos me enseñaron a hacer las coronas", contó a MILENIO.
Para los habitantes de Iztapalapa y de los ocho barrios es un honor formar parte de los nazarenos que acompañarán al Cristo, tradición que se pasa de generación en generación.
Brayan, un menos de 12 años, participará por primera vez como nazareno, así como fue su papá, sus tíos y abuelos.
"La verdad me siento bien y pues ahora si que quiero mantener como que, como que la tradición de aquí de Iztapalapa", platicó.
FLC