La Comisión Nacional del Agua (Conagua) les negó el apoyo a los pescadores de la presa La Requena para aumentar la reserva de agua, argumentando que el embalse únicamente tiene autorización para uso agrícola.
Recientemente los 60 pescadores agrupados en la asociación que dirige Gilberto Ávila Ortiz, pidió al gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, su apoyo para interceder ante la delegación estatal de Conagua, para que se conservara un nivel de agua que les permitiera realizar su actividad pesquera, misma que hasta 2020 situaba a este embalse como segundo lugar hidalguense en producción pesquera.
Y es que los niveles crecieron drasticamente, causando que exista un riesgo inminente de muerte de pescado debido al sobrecalentamiento del agua y la falta de oxígeno, provocados por bajos niveles extremos.
La administración estatal les indicó que remitiría a la delegación de Conagua la solicitud, para que esa dependencia le brindara una alternativa de acción, y a los pocos días además dio a conocer que se enviaría agua de la presa Taxhimay a La Requena.
Pero cuando esto sucedió, los encargados de la presa abrieron las compuertas para regar los campos agrícolas situados presa abajo, lo que causó alerta entre los pescadores pues esa acción no permitiría almacenar agua y por ende el riesgo continuaría, pues no incrementarían los niveles.
Por la tarde pobladores y prestadores de servicios turísticos de San Luis Taxhimay, estado de México, cerraron las compuertas u exigieron un diálogo con Conagua para abordar el desfogue del agua de esa presa hacia La Requena.
Luego, mediante el oficio B00.912.02/01315, el delegado en Hidalgo de la Conagua, José Ángel Félix Sánchez, les dijo que el agua de esa presa, como de otras en la zona, era para el surtimiento de líquido a los distritos agrícolas de riego 003, 100 y 112.
Lo anterior pues fueron creadas para ese propósito y desde entonces quedaron bajo el resguardo y custodia de Conagua, instancia que hasta la fecha no ha emitido una autorización para el uso o aprovechamiento de agua para pescadores.
Añadió el delegado que la prioridad son los agricultores, ante su “legítimo derecho” en este periodo de baja disponibilidad de agua y escasas lluvias.
Esto causó malestar entre los pescadores, quienes desde 1990 cuentan con un permiso comercial de Conapesca, aunque desde la creación de la presa La Requena laboran en la producción acuícola, pero en ese momento con permisos individuales y no colectivos como los que tienen ahora.
Recordaron que en 2021 comenzaron a bajar drásticamente los niveles de agua, y eso afectó su producción, lo mismo que los desfogues de La Requena, que contribuyeron a la inundación en Tula, en 2021.
Y en junio de 2023 la presa se secó en su totalidad y eso les provocó la pérdida de su producción pesquera, y desde que empezó esta mala racha no han podido recuperar su producción.