No todos los migrantes van en caravana

Salir a las calles en estos días de caravana no ha sido extraordinario. Ni hay cientos de migrantes paseando por la gran mayoría de las vialidades del área metropolitana, y ni siquiera los albergues han presentado saturación.

No todos los que buscan llegar a Estados Unidos se entusiasman con la caravana. (Fernando Carranza)
Perla Gómez
Guadalajara /

El furor de la caravana migrante y el refugio en el Auditorio Benito Juárez que incluye agua, comida, baños, regaderas y sobre todo un techo donde dormir, no deslumbra a todos los migrantes que pasan por Guadalajara, ciudad que fuera de las vialidades por donde entran los viajeros en grupo y el auditorio, mantiene su ritmo cotidiano. 

Salir a las calles en estos días de caravana no ha sido extraordinario. Ni hay cientos de migrantes paseando por la gran mayoría de las vialidades del área metropolitana, y ni siquiera los albergues han presentado saturación, al menos no aquél que es el más conocido por los migrantes para llegar a él, el de El Refugio en el cerro del 4, en Tlaquepaque. 

“En la madrugada llegaron alrededor de 35 (indocumentados), ellos vienen en el tren”, informaba este domingo el padre Antonio. Señaló que una veintena más de viajeros que amanecieron el sábado en el albergue se fueron esta mañana por su cuenta, solo fueron entre tres y cuatro quienes se identificaron como miembros de la caravana y pidieron ser trasladados al Auditorio Benito Juárez. 

El párroco admitió que el flujo de migrantes en su casa ha sido como es siempre. “Sí (todo normal), lo máximo que hemos tenido son 90. Nosotros tenemos capacidad para atender a 120”, añadió. Explicó que estos días ha tenido constante comunicación con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, quienes le llaman para saber si hay migrantes que trasladar al recinto de las Fiestas de Octubre, para enviar a camionetas por ellos y llevarlos hacia allá. 

Y es que no todos los que buscan llegar a Estados Unidos se entusiasman con la caravana, algunos consideran riesgoso seguir su camino al norte con ella. “Es demasiada gente (…) se empujan y se amontonan, lo mejor es viajar solo o en grupos pequeños porque es más sencillo moverte”, decía Rubén antes de que ésta llegara a la ciudad. Por eso, muchos optan por seguir independientemente y arriba del tren, hasta llegar a la frontera norte e intentar cruzarla para llegar a Estados Unidos. 

Piden apoyo

Aunque en el albergue de El Refugio no se hayan concentrado hasta hoy miembros de la caravana migrante, el padre Alberto solicita donativos para los centroamericanos que sigan llegando a la casa. Se recibe ropa, y todo tipo de apoyo. La casa del migrante se ubica a un costado de la parroquia Nuestra Señora del Refugio, en Constitución 332, en el cerro del 4.

GPE

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