La sociedad de Nuevo León volvió a conmoverse tras la localización de fosas clandestinas, apenas la semana pasada, en el municipio de Escobedo.
Hallazgos como ese motivan a los colectivos de búsqueda de personas a acercarse a la autoridad, con la esperanza de encontrar, por fin, después de prolongado calvario, a sus seres queridos desaparecidos.
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Sin embargo, la falta de peritos, agentes del Ministerio Público, policías y auxiliares, frustra a aquellos que no encuentran respuestas.
Lourdes Huerta, vicepresidenta del organismo ciudadano Buscadoras de Nuevo León, comentó que las instancias oficiales, como la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, y la Comisión Estatal de Búsqueda, padecen de un grave déficit de personal para desarrollar su tarea y atender la demanda de los ciudadanos.
“Gravísimo. No hay gente en la Comisión (Local) de Búsqueda. No hay gente en la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas. Se acaba de unir el grupo Antisecuestro para apoyar en los casos recientes... En los casos de este año.
“Pero estamos hablando que tenemos casos de 14 o 15 años atrás. Entonces, esos se siguen rezagando”, señaló.
María del Socorro González Veda, integrante del grupo Eslabones Nuevo León, encontró los restos de su hijo en 2016, 5 años después de su desaparición.
“Mi hijo José Roberto Mendoza fue desaparecido el 2 de abril de 2011 e identificado por ADN en diciembre de 2016. No hubo ninguna responsabilidad para nadie, ni se ha castigado ese delito. Nunca se dio con los delincuentes, o con los perpetradores de esa desaparición”, dijo.
Pero hay otras personas: madres, esposas, hijas, que se mantienen en la lucha y no pierden la esperanza de hallar a sus seres queridos, como Yolanda Navarro, quien nada sabe de su hijo desde mayo de 2010.
Ella dice que es de suma importancia que la autoridad cuente con un banco de datos completo, de familiares que acudan a entregar muestras de ADN.
“Porque, si bien es cierto, nosotros como sociedad, o como colectivos, exigimos que hagan búsquedas y se recuperen pues, con vida o sin vida, lo que recupere Servicios Periciales, sean fragmentos o restos humanos, pues a veces ellos están topados, porque no tienen con quién comparar”, recalcó.
Buscadoras de Nuevo León aglutina y revisa los casos de 140 personas desaparecidas en esta entidad, y de los estados de Tamaulipas, Coahuila y San Luis Potosí, desde hace 2 años y 4 meses.
La señora Socorro Sánchez busca a su hijo, Daniel Zúñiga Sánchez, quien desapareció el 25 de mayo 2020, cuando viajaba a Piedras Negras, y su última comunicación fue en Nuevo Laredo.
“Hasta allí tengo conocimiento. Hasta este momento, pues las autoridades sólo me han dicho que andan en eso, que andan en búsqueda, pero queremos más avances acerca de nuestros hijos, porque ya son muchos. Ya es mucha la desesperación. Ya es mucho. Un año y 8 meses, para mí, es mucho tiempo”, indicó la ama de casa.