Una semana "roja" fue la que se vivió en Nuevo León, pues por lo menos 27 personas fallecieron en diversos incidentes de violencia, dentro y fuera de la zona metropolitana.
Aunque los móviles de estos crímenes pudieran ser diversos, en la mayoría se trató aparentemente de ajustes de cuentas entre células de grupos delincuenciales.
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El lunes 22 de enero, afuera de una tienda de abarrotes, dos hombres fueron atacados a balazos en Juárez, muriendo uno de ellos más tarde en el hospital.
El martes fueron cinco las personas que perecieron, entre ellas cuatro sujetos abatidos por las fuerzas del orden en una zona despoblada del municipio de China, cerca de los límites con Tamaulipas.
Una racha verdaderamente violenta fue la que se vivió el miércoles 24 de enero, pues un hombre fue asesinado en Pesquería; uno más en la colonia Caracol, de Monterrey; y otros en los municipios de García, Apodaca y Salinas Victoria, con lo que el número de muertes fue de nueve.
Al día siguiente continuó la misma tendencia, pues cinco personas murieron en circunstancias violentas, ocurriendo los crímenes en los municipios de San Nicolás, Pesquería y Juárez. Dos de las víctimas eran mujeres.
El viernes una mujer perdió la vida tras un ataque a tiros en la colonia Laderas del Topo Chico, en el norte de Monterrey; el hecho ocurrió en el cruce de las calles Córdova y Peseta.
El sábado 27, un hombre fue ejecutado en el sillón de su sala, en el municipio de Juárez.
Uno más fue hallado sin vida en una brecha de Pesquería, y otro fue atacado a balazos en Guadalupe.
Por la tarde, un hombre fue ejecutado a balazos en el centro del municipio de Guadalupe.
Por la noche, restos humanos fueron localizados en una calle despoblada en la colonia Andrés Caballero, en Escobedo.
El día domingo, un hombre fue ejecutado a balazos durante la tarde de este domingo cuando iba a bordo de su bicicleta en la colonia Fresnos la Silla, en Guadalupe.