“Soy maratonista y me gusta mucho la convivencia”: obispo de Ciudad Victoria

Entrevista

Óscar Efraín Tamez Villarreal es el quinto obispo en la capital de Tamaulipas y cuenta con solo 48 años de edad; refrenda su compromiso con los fieles.

Óscar Efraín Tamez Villarreal, obispo de Ciudad Victoria. (Cortesía)
Tampico /

Tras su llegada en días pasados a la capital de Tamaulipas, el nuevo obispo Óscar Efraín Tamez Villarreal señaló que trabajará para hacer crecer la Diócesis y agradece a todas las comunidades que lo han recibido con gusto, pues añadió que se siente como en su casa.

Originario de Allende, Nuevo León y con tan solo 48 años de edad, el nuevo líder la Iglesia Católica en Ciudad Victoria mencionó que tiene dos cosas muy importantes que hacer desde su llegada, una es entrevistarse con todos los sacerdotes, para irlos conociendo, y el otro es iniciar sus visitas pastorales ya que es algo importante dentro de su agenda para ir conociendo parroquia por parroquia, siempre será respetuosos de las medidas de salud para evitar que los casos vayan aumentando.


Sobre los comentarios de su antecesor por el uso del cubrebocas, señaló que era el principio de su enfermedad que cada vez fue empeorando de Alzheimer y fue uno de los motivos por el cuál dejó el cargo. ¿Cómo se ha sentido en su llegada a Ciudad Victoria? “Estoy muy emocionado, la verdad es una llegada muy sorprendente desde que llegamos al estado de Tamaulipas, ya que la gente en diferentes comunidades que nos encontramos a nuestro paso nos recibieron y fue una muy cálida bienvenida, además me hicieron sentir en casa”.


¿Quién Oscar Efraín Tamez Villarreal, el ser humano?

Soy una persona alegre, aprendí de mis padres el valor de trabajo y de la responsabilidad, es algo que tengo desde muy niño al igual que me enseñaron hacer solidaron con el ser humano; tuve mis estudios normales no entré a la universidad para ingresar al seminario cuando cumplía la edad de 19 años, los cuales estuve 10 años de formación sacerdotal y 18 años como sacerdote y casi cinco años dentro del ministerio episcopal. Como cualquier persona tengo un hobby, me gusta mucho correr, les puedo presumir que soy maratonista, amiguero, me gusta mucho la convivencia y creo que ese es Óscar Tamez.

¿Usted recuerda cuál es el momento en que marcó su vida para entrar en la vida sacerdotal?

Mi momento fue hace cinco años, cuando me avisaron que iba a ser obispo auxiliar de Monterrey, yo les puedo decir cuando una persona entra al seminario uno siempre sueña con la noche previa a la ordenación sacerdotal, y ese mi sueño ordenarme, pero jamás soñé con el día previo a la ordenación episcopal, este último ministerios nunca cruzó por mi mente el llegar a ser obispo. Yo siempre le pedía a Dios el ser un buen sacerdote y le pedía a Dios ser un buen párroco, creo que ese momento me marcó el de octubre 2016, cuando el Papa Francisco me había nombrado como obispo auxiliar de Monterrey.


¿Cuál será su línea de acción con base en estos tiempos de pandemia?

Definitivamente la pandemia nos enseñó que no nos encontrábamos preparados, nunca pensamos en una situación, fue algo muy difícil, como familia y como Iglesia, vivimos momento muy difíciles, pero se ve una luz de esperanza ya que tenemos vacuna, además una mayor compresión sobre el tratamiento pero nadie estamos exentos de enfermarnos.

¿Algo que causó mucha polémica fueron las declaraciones del anterior obispo Antonio González Sánchez sobre su opinión en el uso del cubrebocas, qué le pareció estos comentarios?

Fueron declaraciones muy desafortunadas, pero debemos de entender dentro del contexto de él (Antonio González Sánchez) que eran los inicios de su enfermedad. A mi me tocó recibirlo en Monterrey para uno de sus estudios, y eran los inicios de un Alzheimer bastante severo y considero que tenemos que tomarla en ese contexto en el inicio de una enfermedad que estaba empezando en él.


¿Puede darnos un mensaje de esperanza para los feligreses de la Diócesis de Ciudad Victoria?

La esperanza tiene un origen y es la experiencia de Dios y es la fe, cuando uno tiene a Dios en su pensamiento y corazón es ahí en donde está la esperanza. Cuando empezó la pandemia yo recuerdo la Cuaresma del año pasado y entiendo a los profetas que también vivieron momentos difíciles, adversos, pero nosotros hemos aprendido de un virus que no podemos tener el control de todo.


¿Cuál cree que será el aprendizaje de toda esta pandemia?

Definitivamente tiene que ser un aprendizaje personal, porque todos vivimos experiencias diferentes con la enfermedad del covid-19; Hay algo que el Papa Francisco mencionó que ‘Ninguno de nosotros puede salir de esta pandemia igual’, hay un antes y después del coronavirus. Eso nos llama a ver hacia atrás el paso de Dios en nuestras vidas, ya que muchos se contagiaron y otros experimentaron la muerte de un ser querido, habrá otros que se encuentren aislados, es ahí donde tenemos que ver a Dios para ser unas mejores personas.


Con información de Dhena Mansur



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