La hora no importó, eran las 7 de la mañana y la Catedral de Tampico estaba llena de fieles para la misa de acción de gracias por el 63 aniversario de vida del Obispo Armando Álvarez Cano.
Apenas se asomaban los primeros rayos solares por el solitario Centro de Tampico, pero los tampiqueños ya habían escogido los mejores sitios dentro de la iglesia que está frente a la Plaza de Armas.
Adultos mayores, jóvenes, niños, grupos parroquiales, atendían con atención la misa con la cual el Obispo también celebró su onceavo aniversario episcopal desde el Puerto jaibo.
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“Muchas gracias a quienes madrugaron, porque seguramente se cayeron de la cama", comentó el líder de la iglesia Católica a los fieles, después de la comunión y terminar la celebración religiosa.
El Obispo originario de Michoacán, caminó hacia el frente del altar principal, tomó un recipiente con agua bendita y comenzó a mojar a los fieles, que ya lo rodeaban.
De forma inesperada, por el pasillo central del templo católico más importante de la ciudad, sonó la trompeta, la guitarra, el violín y el bandolón del mariachi, con las mañanitas que generaron los aplausos y la sorpresa del Obispo.
Siguió con la bendición y cuando ya todos la habían recibido, los fieles lo rodearon, hicieron fila para abrazarlo, desearle feliz cumpleaños, darle dulces y hasta recibió la hoja de catecismo a un niño con chamarra de Pikachu para la firma, para corroborar que está cumpliendo y hará su primera comunión.
De fondo, suena el mariachi y la canción “Amigo", autoría de Roberto Carlos, que hace recordar a otro hombre de Dios: al Papa Juan Pablo II; el Obispo sigue recibiendo muestras de cariño, recibe abrazos y atiende a quien le pide una foto.
Los fieles tampiqueños no lo dejan irse a cambiar, los ciudadanos de la tercera edad son muy insistentes y siguen llegando, algunas señoras aprovechan para grabar en video el momento y otras más actualizadas hacen transmisiones en vivo vía Facebook.
“El Rey", “Tampico Hermoso", “Hermoso Cariño" y más melodías amenizan la celebración, las muestras de cariño de los fieles, de los grupos de las diversas iglesias de las Diócesis y hasta de los jóvenes del coro, demuestran el cariño que le tienen a Armando Álvarez.
“Solo me queda agradecerle a Dios por el cariño de las personas, es una zona con gente muy apapachadora, muy cariñosa, y estar en el camino de Dios es motivo de dar gracias", comentó durante un momento de calma en medio de la celebración dentro de Catedral.
SJHN