Las anomalías detectadas por agrupaciones ciudadanas en las obras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el río Tula han ocasionado desconfianza entre la población, principalmente por la calidad de los trabajos y la falta de supervisión adecuada en ellos.
Y es que desde que comenzaron los trabajos, agrupaciones como la Gran asamblea de damnificados han pedido que los trabajos sean supervisados de manera constante por la Conagua pero también por peritos externos, ya que se han presentado dudas en diversos aspectos, entre ellos la calidad del cemento.
En este rubro, en junio de 2023 la agrupación Todos somos Tula pidió que la Conagua presentara los estudios sobre la obra de revestimiento en el río Tula, en especial las de la calidad del cemento aplicado, para brindar certidumbre entre los habitantes, pues había dudas sobre la calidad del material debido a una controversia legal interna en la empresa proveedora.
Los miembros de la agrupación pidieron a la delegación Hidalgo de Conagua que proporcionara la información en la materia, es decir las pruebas de calidad del material, pero no obtuvieron respuesta y ante las inconsistencias detectadas ingresaron una denuncia ante la Contraloría de Hidalgo.
Ante esto, hace algunas semanas una comisión especial del Congreso de Hidalgo emitió un punto de acuerdo en el que solicitó la intervención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para revisar el proyecto del río Tula.
En el punto también le pidieron al titular de la dependencia que implementara las medidas de revisión y auditoría que permitan garantizar la correcta ejecución de los proyectos en el caudal, y en caso de que se detecten anomalías se inicien los procedimientos disciplinarios que se requieran.
Deslaves
A unos días de que se cumpliera el segundo aniversario de la inundación de Tula se registró el desgajamiento de un talud junto al río, a la altura de la calle Poniente 14, de la Unidad Habitacional Pemex (UHP); semanas antes la casa estaba deshabitada, pues ya se había presentado un incidente y estaba en riesgo la vivienda.
Berenice Pecina Jiménez, presidenta de la Gran asamblea, señaló que un mes antes ya habían alertado sobre el colapso de la vivienda a causa de los reblandecimientos de tierra, y dijo que estas afectaciones demuestran que las obras que efectúan las empresas para Conagua no garantizan que no haya una nueva inundación.
Por ello como organización permanecen al tanto de los trabajos, a fin de reportar las irregularidades, como lo han hecho en distintos momentos, como cuando cedió una parte de la barda en el puente Zaragoza y otra se agrietó.
Apenas hace unos días el puente 5 de mayo, que comunica al centro del municipio con las colonias El Tesoro y La Malinche, fue cerrado al tránsito debido al desgajamiento del talud de una de las bardas del mismo.
La alcaldía tulense señaló que aunque las obras en el río tienen como finalidad la mejora de la infraestructura hidráulica regional y la prevención de posibles inundaciones, como consecuencia de estas se debilitó la estructura lateral del puente, convirtiéndolo en un riesgo, por lo que se cerraría para hacer las valoraciones y correcciones necesarias.
El alcalde de Tula, Mario Francisco Guzmán Badillo, dijo por su parte que su administración no recibirá la obra si no cumple con las especificaciones necesarias, pues Conagua "se debe comprometer a tener una obra de calidad, y para eso vamos a tener el apoyo de varios ingenieros, para que exista el compromiso con pruebas reales, que se haga una prueba de calidad".
Fuentes consultadas en la propia obra señalaron que los incrementos del nivel del río han causado diversos retrasos y pérdidas económicas considerables, pues cuando sube el nivel el agua arrastra lo que se ha avanzado.
Por este motivo por lo menos una empresa de esta segunda fase de trabajos habría manifestado su preocupación por el tema, pues esta situación estaba agotando antes de tiempo los recursos económicos autorizados para el tramo que le fue asignado.
Puente colgante
La inundación arrasó con diversos puentes en Tula de Allende, entre ellos el más conocido, el puente colgante que comunicaría a la Zona Arqueológica de Tula (ZAT) con el Andador turístico Quetzalcóatl.
Comerciantes y pobladores pidieron con insistencia que Conagua rehabilitara el puente, pero no sucedió en los primeros dos años después de la inundación; ante ello el ahora ex alcalde Manuel Hernández Badillo anunció que con recursos propios se rehabilitaría el puente, y días después Conagua dijo que asumiría esa obra, por lo que en breve podría ponerse nuevamente en funcionamiento.
Mientras tanto hay por lo menos 70 viviendas ribereñas en riesgo, de acuerdo a la información que se les ha proporcionado a las autoridades, dijo el regidor Ricardo Baptista.
Los vecinos de zonas como la calle Poniente 14, señalaron que desde hace dos años la Conagua les ha quitado metros de sus propiedades para la obra, y recientemente fue el desgajamiento el que “se comió” más metros, sin que hasta ahora tengan certidumbre por parte de Conagua sobre las acciones a emprender para garantizar su seguridad, pues con el ensanchamiento del río sus propiedades se ven afectadas.