Fue a inicios de 1900, cuando el ex presidente de México. Porfirio Díaz, trajo al país uno de los oficios más tradicionales y que aún siguen vigentes en algunos lugares: los organilleros, quienes por años, se han encargado de ambientar las plazas y jardines; mas tarde, este oficio se vio afectado por la llegado de la radio.
En las calles de León aún se puede apreciar la presencia de un hombre dedicado a este noble oficio, él es Héctor Gallardo, quien también es originario de la ciudad zapatera. Compartió que su padre y abuelo también se dedicaban a tocar, pero en la Ciudad de México.
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Héctor señaló que el principal objetivo de su oficio es alegrar a la gente que transita por la zona centro de la ciudad, para que así sigan disfrutando de éste arte; cabe destacar que al día de hoy, Héctor y su padre son los únicos organilleros de la ciudad.
"Nosotros somos organilleros por tradición ya viene una generación desde el abuelo, mi bisabuelo también estuvo un tiempecito en este oficio, pero mi abuelo si y mi padre que todavía vive (…) esto ya viene de familia y lo que hacemos prácticamente es alegrar un poco el ambiente, que la gente vea nuestras tradiciones, vea que este arte a pesar del tiempo y de todas las cosas que tenemos en contra, todavía seguimos ambientando, trayendo un poco de alegría, de recuerdos a la gente ya mayor, de novedades de la gente joven que nunca nos ha visto, sobre todo a los turistas que nunca han visto un organillo" declaró Héctor.
Compartió que el organillo es una caja portátil que se inventó en Alemania; entre 1920 y 1930 su abuelo inició con este oficio en la Ciudad de México, donde tocaba en las plazuelas, parques y jardines grandes, así como en los mercados y posteriormente en la vía pública, sin embargo, cuando surgió la radio, este instrumento comenzó a verse 'opacado'.
"Este es un invento alemán, fue traído por el ex-presidente de México Porfirio Díaz, entrando al 1900, trajo un lote bastante amplio de organillos para alegrar las calles de aquel tiempo de la Ciudad de México, Guadalajara y Puebla que eran las más importantes en aquella época, entonces de ahí surgió la radio en Europa y se vino para acá y esto se hizo obsoleto” expresó Héctor.
El señor Héctor indicó que el organillo esta hecho 100 por ciento de madera, toca música de viento y puede producir hasta 8 melodías que van cambiando frecuentemente al momento de rodar la manivela.
“Este es a base de aire, es música de viento, en la parte de abajo tiene una plancha de plomo y viene sentado un fue de aire, cuando da el manivelas se activa y empieza a soplar aire, esto funciona de esta manera, este es el cilindro de música cada fierrito es una nota musical, la música se forma porque le caben 8 melodías, yo las voy cambiando constantemente (…) el teclado es 100% madera.”
Por último, el organillero declaró que ganan 2 salarios mínimos y medio es decir, 500 pesos diarios aproximadamente, solo trabaja 4 horas diarias y en dado caso que sea contratado para algún evento especial también cobra 500 pesos.
“Mire en diciembre ganamos 2 mínimos y medio, en la mañana toco un rato se va la gente y regreso otro rato y ya si hay suerte ya la hicimos sino, pero un promedio es eso no tenemos una ganancia, solamente que nosotros como cuando trabaja el jornalero no se en que consistirá pero es lo que sacamos nosotros, si tenemos un evento que tengamos de las mañanitas eso ya es extra” concluyó.