Crece desabasto de agua por robo y fugas en zona metropolitana de Pachuca

Caasim: se roban la mitad del agua que se extrae. Hidalgo, el estado con menos acceso al acuífero en el Valle de México

Aumenta el desabasto de agua en zona metropolitana. (Jorge Sánchez)
Pachuca /

La mitad del agua potable que se extrae para llevar a las viviendas de Pachuca y la zona metropolitana, que comprende 14 municipios en su totalidad, es robada, no se paga y se desperdicia en fugas, reveló Abraham Rublúo Parra, director general de la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim).

De acuerdo con el titular del organismo, actualmente hay una contingencia de desabasto de agua en el centro del estado, lo cual se acentúa con las tomas clandestinas y reportes de manipulación de válvulas del sistema de agua, que están presentes a diario en colonias y fraccionamientos.

De cara al cierre de la administración de Omar Fayad, señaló que se presentan retos mayores, como garantizar el servicio a las viviendas, ya que pobladores se han quejado en los últimos meses que hay falta de agua constante con periodos de hasta dos semanas a un mes, o que cae de forma intermitente.

Convenio añejo

Abraham Rublúo detalló que el estado de Hidalgo firmó, en la década de 1970, un convenio en el que acordó explotar el manto acuífero Cuautitlán-Pachuca solamente al 8 por ciento, el 92 por ciento restante es para la Ciudad de México y el Estado de México. De ahí proviene el agua para Pachuca y la zona conurbada.

“En ese momento lo aceptaron porque respondía a una realidad completamente distinta a la que vivimos hoy, la población no era ni la cuarta parte de lo ahora somos. Con el paso del tiempo nunca se modificó y seguimos hasta hoy en día con el mismo convenio.
“El manto acuífero está sobreexplotado, de acuerdo a Conagua, está vedado, que significa que nadie puede extraer agua más que ellos y además ya con un estrés hídrico, que es un manto que está a poco de terminarse sino se deja de explotar para dar tiempo a sanar y eso toma años. Al final es Hidalgo el estado que menos lo explota”.

Hasta hace 5 años, la Caasim encontraba agua en dicho manto a 250 metros de profundidad y actualmente deben hacer profundidades de más de 500 metros para empezar a encontrar agua, “es algo ya alarmante y ya se ve reflejado en el desabasto. A eso se suma el tema de la infraestructura vieja, en 1992 se crea Caasim, y nunca se han vuelto a cambiar líneas completas, lo que se ha hecho es hacer paliativos en trabajos de tubería que tiene casi 80 o 90 años, lo cual provoca constantemente fugas de agua”, relató Rublúo.

Desperdicio y robo

Caasim surte 250 mil tomas en 14 municipios, más 150 mil que son clandestinas o de instalaciones para hechas para no pagar el servicio, dejan cerca de 400 mil tomas de agua que comprenden la zona centro del estado.

“Del 100 por ciento de agua que sacamos hoy, el 50 por ciento no se factura, se desperdicia y no le llega a la gente, es algo que está así desde hace años. El 20 por ciento de ese desperdicio se va en fugas, 30 reportes en promedio al día y el promedio restante se va en robo de agua.

“Antes no le hacían caso porque había agua y de alguna manera esto es una mala práctica que se lleva desde hace 30 años al menos, esto lo que ha provocado es que aproximadamente tenemos detectadas 150 mil tomas clandestinas de agua en 14 municipios, incluidas las ciudades de Pachuca y Mineral de la Reforma.

“Les dotamos de agua a 150 mil tomas gratis, no pagan, que se roban el agua, ¿por qué no se hizo nada? como no hacía falta, se dejaba, hay gente que desde 1990 se roba el agua y nadie hacía nada”, menciona Abraham Rublúo.

Según el director del organismo, el problema de las válvulas está creciendo en zona metropolitana, pues provocan una afectación directa que deja sin agua a colonias enteras.

En incidencias, hasta 2021, fueron 200 en todo el año. Este año, de enero a junio, llevan cerca de 400 incidencias que representa el doble del problema.

“Eso habla de que hay gente que de manera desesperada se meten a nuestras válvulas, tenemos cerca de 4 mil, estas válvulas están expuestas, están en vía pública, se sabe que están ahí y es peligroso tratar de manipularlas porque hay cables de luz, hay otras tomas, tienes que conocer las líneas, con qué fuerza viene el agua y si no sabes vas a provocar muchas fugas por la instalación, dejas sin agua a colonias enteras.

“Las zonas con más incidencias son las colonias donde falta el agua y en Zona Plateada, lo que es el poniente de Pachuca es donde más manipulan las válvulas, hay partes donde no les va tan mal en el agua y nos hacen pensar en que hay hasta sabotaje ¿por qué razón?, quien generalmente hace estas tomas piratas es la propia gente de Caasim, cobran un dinero aparte y llegan como los vecinos”, afirmó el funcionario, quien informó que a la fecha se han cortado ya 47 mil tomas clandestinas de agua.

No es delito grave

El robarse el agua en Hidalgo no es considerado un delito grave que amerite detención alguna, si acaso, el cobro de una multa o sanción dependiendo lo que marca la ley.

La pena mayor por robo de agua en general no supera los 5 mil pesos, aunque lleves robándote el agua 30 años, señaló Rublúo.

“No hay incentivos para que dejen de robársela, es un trabajo de nuestra Cámara de Diputados local, ya lo saben, estamos trabajando en una iniciativa y platicando con el Procurador se coincide en que el agua no es propiedad particular, es un delito federal, es como robarte la gasolina. Se está trabajando en el tema para que el gobierno que entre ya lo agarre planchado y literal lo ejecute”.

En cuanto a la justificación por el agua como derecho humano, que es uno de los argumentos que afirmó el titular de Caasim, les dice la población al clausurar una toma clandestina, explicó que se envían carros cisterna para poder dotar de líquido para los servicios básicos y nada más.

“Se respeta y lo que se hace es acudir ante un reporte o detección de toma clandestina o robo de agua, con personas que llevan más de 150 pagos vencidos y llegan a asistir al Poder Judicial para ampararse, lo que se hace es tapar, clausurar la toma y dejamos una pipa cisterna con lo que por ley se otorga, que es para uso de necesidades básicas, que eso tampoco es vida”.

Sobre el futuro de la extracción y una posible crisis por desabasto como ocurre actualmente en Nuevo León u otros estados del país, el director del organismo se mostró consciente y dijo que se está ante una oportunidad única de poder cambiar el plan para no sufrir en años posteriores, situación que depende de sociedad y gobierno, además de recursos para poder realizar las obras necesarias.

“Hay mantos acuíferos alrededor, además del Cuautitlán-Pachuca que ya está tronado, sí tenemos de donde sacar agua, pero se necesita de una inversión fuerte, la voluntad de los tres órdenes de gobierno y de la población”.

  • Eduardo González

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