Esta enorme estatua se encuentra en un maravilloso mirador muy cerca del centro de Pachuca, a solo 10 minutos de distancia, a este lugar se puede llegar en taxi o mediante el turibús, el cual puede tomarse justo a un costado del Reloj Monumental.
La estatua de Cristo Rey es emblemática y un punto a conocer por cientos de turistas cada que hay vacaciones o puente ya que este lugar marca un momento de la historia de la minería en la entidad pues el monumental Cristo fue erigido ante el cumplimiento de una promesa.
Se dice que unos mineros quedaron atrapados a 300 metros de profundidad dentro de la Mina el Paricutín, en Pachuca de Soto, y tras días de inanición y rezos, prometieron que de salir con vida, construirían un monumento a nombre de Cristo, y así sucedió.
Años después los mineros hicieron de todo para cumplir su promesa, pero la falta de recursos no se los permitió, así que temerosos de morir por no poder concretarlo, contactaron al sacerdote Alfonso Romero Ruíz, de la Parroquia de San Francisco, el religioso, deseoso de ayudarlos movió cielo, mar y tierra para conseguir el dinero y el terreno necesario. La solución llegó en nombre de Luis Manuel Willars, director de la compañía minera, quien accedió ayudarlos y le encargó el proyecto al ingeniero José Luis Lugo Vera y al arquitecto César Narváez Benítez. Tras una extensa investigación, eligieron el cerro de Santa Apolonia para construirlo.
El 6 de septiembre de 1982 se organizó una procesión para llevar la enorme cruz de madera del templo hacia el cerro. Y, dos meses más tarde, comenzó la construcción del monumento con la ayuda de parroquianos, ciudadanos, políticos y programas sociales, quienes donaron desde agua y cemento, hasta trabajo manual. Se calcula que el costo total fue de alrededor de 10 millones de pesos.
La estatua mide 23 metros de altura, con la base alcanza 33 metros, es decir, la cantidad de años que, según la tradición cristiana, tenía Jesús cuando murió. El monumento se encuentra a una altura de 2 mil 665.50 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con un altar y se están cuatro atrios.
Desde el centro de la Bella Airosa se puede observar a lo lejos y en la punta del cerro, el Cristo Rey, con sus brazos abiertos protege a todos. Tras 127 escalones, después de un recorrido de un kilómetro, aproximadamente, se llega a este lugar en el que el silencio, el viento y la panorámica de la ciudad, son otros de los atractivos turísticos del municipio.