“Salir a las calles es una forma de darme cuenta de todo lo que ha hecho mi familia por mí"

Estefanía preferiría tener un trabajo referente a la carrera que acaba de concluir, pero la situación amerita salir a las calles

Estefanía López tienen 22 años y ayuda a sus padres a vender sus productos coloridos. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Entre el ir y venir de los autos por calle Guerrero, entre la multitud que se pierde al entrar y salir de los establecimientos, y entre la rutinaria vida misma de esta vialidad, Estefanía López brilla en todo este escenario rodeada de globos y rehiletes de colores diversos y brillantes que sostiene sobre un palo de madera, el cual le ayuda a mantener los productos a la vista.

Aprovecha la afluencia que ha traído consigo El Buen Fin a esta parte de la ciudad, con el fin de vender a niñas y niños un globo o rehilete, “que siempre les causa ilusión”, y también para apoyar a sus papás, quienes han redireccionado las ganancias de sus ventas en los últimos años en pagar la carrera de Estefanía quien, en septiembre pasado, se graduó como psicóloga en una universidad privada ubicada en Pachuca.


“Por la temporada de El Buen Fin estoy apoyando a mis papás a vender los globos que ya es una tradición familiar que iniciaron mis abuelos, y yo apoyo a mis papás, sobre todo en esta época en la que sale más gente”, platica Estefanía quien sonríe por debajo del cubrebocas.

Es así como recorre los fines de semana esta avenida concurrida para vender estos productos y, aunque hay necesidades en su hogar, tendrán que sobrellevarlos ya que los gastos por estos estudios han dejado sin recursos suficientes a sus padres para este Buen Fin.

Nos falta la estufa en casa, solo funciona un quemador y pues también ya anda fallando, y en la mesa que se nos acaba de romper y queríamos comprarlos aprovechando el Buen Fin, pero no se pudo porque las ventas de los globos cayó por la pandemia como a un 60 por ciento, comparado con la venta del año pasado.

“Tendremos que esperar para el próximo año, mientras es importante que trabajemos para poder solventar los gastos diarios”, dice Estefanía.

Señala que salir a las calles “no me gusta tanto”, ya que preferiría tener un trabajo referente a la carrera que acaba de concluir, pero por el momento "no hay tanta contratación", por ello ha decidido ayudar a su familia con los gastos.

“A penas nos dejaron vender porque durante los primeros meses de la emergencia sanitaria el único que salía era mi papá y se iba de casa en casa para ofrecer los globos y rehiletes y gracias a eso tuvimos qué comer durante este tiempo, además de que terminaron de pagar mi carrera”, explica.

Es por ese deber moral y de agradecimiento que Estefanía sale a las calles para ofrecer sus rehiletes en 30 pesos, mientras los mismos se presumen girando con el viento; y también globos de colores, que tienen un precio que oscilan entre los 30 y cien pesos.

“Mi papá siempre trabaja, también mi tío que se pone en la otra esquina y yo que ando en la avenida Guerrero o en San Javier, porque deseo ayudar a mi familia a salir adelante después de este año que fue complicado por la pandemia.

Salir a las calles también es una forma de vivir y de darme cuenta de todo lo que ha hecho mi familia por mí y solo deseo contribuir. Espero pronto poder ayudarles con más, ahora que terminé mi carrera, y comprarles lo necesario en el próximo Buen Fin”, concluye.

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