Un Día del Padre no tan padre

Restaurantes y negocios del Centro Histórico de Pachuca permanecieron cerrados

Pachuqueños salen a festejar el Día del Padre. (Jorge Sánchez)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

“De por sí no nos festejan como a la madre, ahora con todo cerrado, menos; no está tan padre”, le dijo Jorge Espinosa a su esposa, mientras caminaban por la avenida Guerrero, en el centro histórico de Pachuca, buscando algún restaurante abierto y con servicio para festejar el Día del Padre, “pero todo es para llevar y ¿qué chiste tiene?”, expuso el festejado, que decidió llevar unos pollos rostizados a su casa para “pasar el día con la familia”.

Así como él, cientos de padres de familia decidieron salir a dar una vuelta al centro de La Bella Airosa, después de enterarse que abrirían los restaurantes aunque el estado se encuentra en semáforo naranja, según la información que proporcionó la Secretaría de Salud, pero no contaban con que el Ayuntamiento daría los lineamientos y fechas para abrir de forma escalonada los negocios de esta zona de la ciudad.


“No supimos de eso, por eso nos venimos para acá, pues para salir y tomar el aire fresco y de paso, festejar a mi esposo en este día”, indicó Rosalía Pérez, quien junto a su esposo y tres hijos, celebrarían comiendo en un restaurante, pero esto no fue posible.

Sí, también restauranteros permanecieron atentos para ofrecer servicio de alimentos para llevar, pero en su mayoría, las y los trabajadores esperan con ansia la llegada de clientes, como el año pasado que dejaron una derrama económica por concepto de ventas de 14 millones de pesos, pero según comerciantes, ahora sólo generarán 35 por ciento de esta suma.

“La venta está baja, seguimos afectados y pues esperábamos más movimiento, pero no fue así”, comentó Ricardo Olguín, dueño de un restaurante ubicado en el primer cuadro del centro histórico.

Así también, el observador de la ciudad, el Reloj Monumental, fue testigo de este día que no fue tan especial para muchos padres que deseaban pasar un momento junto a su familia, además de que algunos paseantes decidieron quitar las cintas amarillas de prohibición al paso que formaba parte de las medidas de seguridad para evitar contagios, y así descansar un rato “y disfrutar del paisaje que nos da Pachuca a la que siempre venimos para festejar nuestro día”, aseguró Guillermo González, quien viajó en auto de Puebla a la ciudad para festejar con su hijo de 15 años.

“Pero todo está cerrado y pues ya nada más compramos unos tacos y un helado para sofocar el calor, pero ya nos vamos a regresar, porque no hay nada abierto”, dijo, mientras el cielo de la ciudad se tornó en color grisáceo en señal de tormenta.

Otros comerciantes cerraron a las 14:00 horas y otros a las 17:00, “porque no tiene caso mantener abierto si no está llegando la gente, además de que nosotros también iremos a festejar”, señaló Domingo Guzmán, encargado de una pastería que permaneció con una producción del 50 por ciento, mayor que en otros días, “pero no llega la gente, así que esperamos que solo se venda lo que horneamos para irnos”.

Algunos padres más, como Juan Domínguez, aprovechó este domingo para vender sus hierbas de olores por la avenida Guerrero, “porque hay que trabajar y sacar para el sustento de la familia”, expuso, no sin antes mencionar que al llegar a su casa, ubicada en Acaxochitlán, cenaría con su esposa por el Día del Padre.

Otros, también vendieron cubrebocas, “porque no estamos en tiempo de descansar, no hay trabajos y hay que sacar adelante a nuestras familias y no nos queda de otra más que salir a buscar el sustento”, expuso, mientras atendía un pedido de cinco cubrebocas para ser utilizados por una familia de visitantes.

Sin embargo, los negocios de pizzas comerciales fueron abarrotadas desde las 15:00 horas, “porque es algo más sencillo, nos gusta a todos en la familia y a mi papá más, así que preferimos hacer fila para esperar nuestro turno y salir con comida para el festejo, porque no dejaremos que este día pase desapercibido”, concluyó Virginia López, mientras esperó paciente a que fueran despachados con los lineamientos de la sana distancia para evitar los contagios de la enfermedad.

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