Un grupo de oficiales de la Policía Municipal de Pachuca se estacionaron en la esquina de Julián Villagrán y la Calle de Ignacio Allende para acompañar a dos empleados del Ayuntamiento de Pachuca quienes realizaron un recorrido por la calle para atestiguar que los negocios y comercios no esenciales permanezcan cerrados, como parte de las estrategias sanitarias para evitar contagios por covid-19.
Con sellos de clausura caminaron los trabajadores, mientras algunos puestos bajaban sus cortinas rápidamente al ver el operativo, salvando con ello el cierre de su negocio.
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Algunas decenas de personas que hacían fila en los bancos que se encuentran alrededor de la Plaza Constitución, se mantenían a la espera de pasar a retirar la quincena, “pero siempre hay mucha gente y tenemos qué aguantar hasta el sol, porque hay que sacar dinero para comprar la comida”, expresó el señor José Matías Robledo, quien ignoraba el espacio entre la persona que estaba frente a él a escasos 40 centímetros.
Por las calles aledañas, parejas con hijos, grupos de amigos, enamorados y paseantes, recorrían las calles, en su mayoría con cubrebocas, otros tantos no.
“Pues no me pongo el cubrebocas porque ya dijeron que había pasado el virus en Hidalgo, yo lo escuché y pues prefiero ya no ponérmelo, así genero más anticuerpos”, dijo con una sonrisa Mauricio López, quien llegó a Hidalgo esta mañana, procedente de Veracruz, para venir a pasar unas vacaciones a la entidad.
Por la avenida Villagrán, frente al Mercado Miguel Hidalgo, otra patrulla municipal se estacionó para dar un recorrido dentro del inmueble con el fin de evitar que se abran negocios no esenciales y evitar la aglomeración de la gente; en el atrio de la Parroquia de la Asunción de María, también había decenas de personas tomando el fresco de la mañana, otras más comprando cubrebocas de un puesto ambulante que se colocó en el lugar, mientras que otros, cruzaban las calles para dirigirse a sus comunidades después de comprar víveres en el mercado 1 de Mayo.
Combis, autos particulares, motocicletas, bicicletas, transporte público y peatones se movían constantemente en el primer cuadro de Pachuca, que permanece en semáforo rojo y en donde se han presentado 85 defunciones y 654 personas que han dado positivo a la enfermedad, hasta el corte del 16 de junio que ofrece la Secretaría de Salud estatal.
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“Salimos a dar una vuelta porque los niños ya se aburrieron de estar en casa y nos los trajimos para que respiren un poco de aire fresco”, indicó la madre de dos menores, que jugaban sin parar con el cubrebocas que traían puesto y corrían por las baldosas rotas de alrededor del Reloj Monumental.
A pesar de que la Plaza de la Constitución permanece aún con algunos listones amarillos precautorios, estos han sido desprendidos, por lo que decenas de personas permanecieron sentadas para disfrutar de la mañana y comer unas papás de un señor que pasó con su bicicleta repleta de frituras.
“Mire, si el coronavirus existiera de verdad ya estuviéramos muertos todos, es un engaño y yo no me la voy a creer”, expresó otra mujer mientras comía una paleta congelada en la zona sin temer a la enfermedad que ha sesgado la vida de las casi 500 personas en la entidad.
Algunos negocios permanecen con el sello de clausura en sus cortinas metálicas, algunos más mantienen abiertas a media cortina la entrada de sus negocios, “porque solo vine a checar que la llave del agua esté cerrada y no haya fugas, pero sí se me hace injusto que estén colocando los sellos de clausura porque la gente realmente no tienen para comer y hay que trabajar”, indicó Jesús Pérez, dueño de una tienda de regalos que ha permanecido cerrada desde el 23 de marzo.
El centro histórico de Pachuca continua siendo uno de los lugares en donde mayor movilidad se registró la mañana de este miércoles cuando muchas personas se preparan para festejar el Día del Padre, “pero casi todo está cerrado, así que opté por comprarle unos chocolates y ya luego nos lo llevaremos a festejar”, concluyó.