Después de meses de trabajos de remodelación, el secretario de Turismo del estado, Eduardo Javier Baños Gómez, muestra orgulloso el avance de los trabajos en la fachada de La Maestranza, mientras dos perritos mestizos, “Minerito”y “Cotorra”, le hacen fiesta al llegar al lugar.
Bajo una puesta de sol, el blanco de la fachada principal logra que este espacio se ilumine y muestre la grandeza que tiene, y remueve a la imaginación para volver a ver en pie lo que fue una fábrica de refacciones y otras piezas para dar mantenimiento a los equipos que se ocupaban en las minas de la Compañía Real del Monte y Pachuca, allá en el año 1918.
"Se ha buscado la similitud con la pintura original de este espacio, se trabaja en todo después de cómo encontramos este lugar, más de 15 años de abandono y que fue tomado por personas que se drogaban, que la quisieron quemar, destruir, había basura, perros muertos y mucha suciedad. Yo estoy rescatando a la Maestranza", expuso Baños Gómez antes de abrir la puerta principal de este inmueble para ofrecer un recorrido a MILENIO sobre los avances de la obra.
Los grafitis han desaparecido, la maleza fue retirada y el olor nauseabundo también se ha ido; ya no hay basura, las múltiples ventanas que se ubican en la Nave 1, y que permiten que la luz entre al lugar, han sido colocadas y ya cuentan con cristales, y solo hay algunos montones de materiales pesados que se han tenido que retirar para continuar con los trabajos de limpieza y remodelación.
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"Se robaron la madera de los andadores, seguimos en la reparación de ventanas y cada una cuesta de 10 a 15 mil pesos, por lo que vamos lento, se está haciendo el trabajo para devolver la majestuosidad de este lugar y vienen ellos (Colectivo Salvemos a La Maestranza) y dicen que la estoy destruyendo, eso me molesta porque están diciendo mentiras y están engañando a la gente", explica actual propietario del lugar.
Después de recorrer la primera planta, en donde trabajó como cochero o peón de superficie el señor Enrique Baños Zúñiga, padre del secretario de turismo, las puertas blindadas que resguardaron celosamente materiales extraídos en las minas, permanecen recargadas en las paredes, y la superficie del lugar se abre a los ojos de quien se ubica en medio del sitio, de este lugar "que estará abierto al público, de la ampliación de la escuela de odontología, un hotel-boutique, así como un museo temático, porque debe sostenerse, se tiene que ingresar recursos para seguirlo manteniendo, estará abierto a la gente, es parte de la historia de Pachuca", expone.
Legalidad de la compra
En el segundo piso, hacia el ala izquierda de La Maestranza, se ha acondicionado una sala que ha sido remodelada en su totalidad "se salvaron algunas maderas, otras que fueron destrozadas y quemadas, fueron reemplazadas, y la pintura se colocó conforme a la original; ya se habilitaron los baños y este es un espacio en donde se han llevado algunos cursos para estudiantes de arquitectura", explica Baños Gómez, para después sentarse en una mesa y descubrir folders con documentos oficiales, así como la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y el croquis de la propiedad que compró que tuvo un costo de 11 millones de pesos y abarca solo cinco mil 995 metros, de los 66 mil, 008.02 metros cuadrados de la superficie original.
"Esta es una ley federal que no la hizo Eduardo Baños, ni el colectivo, ni está a contentillo, es una ley que establece tres modalidades para los inmuebles que solo protege a los arqueológicos, artísticos e históricos y estos señores del Colectivo han venido diciendo que es un edificio histórico y que así lo tenía catalogado el INAH, nunca estuvo en el listado y no me lo robé, tampoco lo transformé en propiedad privada, porque ya lo era y su propietario era la Compañía Real del Monte y Pachuca.
"Aun así, aunque hubiera estado en el listado del INAH, eso no quiere decir que no hubiera estado susceptible de compra-venta porque la misma ley lo establece y lo permite en su artículo 25", explica Baños Gómez.
Este articulo determina que los actos traslativos de dominio sobre bienes inmuebles declarados monumentos históricos omartisticos deberán constar en escritura pública, y quien transmita el dominio, "deberá manifestar, bajo protesta de decir la verdad, si el bien materia de la operación es monumento".
"Primera mentira, aunque fuera monumento histórico es susceptible de venta, y si fuera monumento histórico y cualquier remodelación tendría que pedirle autorización al INAH, pero cuando se procura el mantenimiento, como es el caso actual, en términos de esta ley, se podrían solicitar la extensión de impuesto predial y si fuera un edificio histórico, hasta a mí me convendría porque le pediría a la presidencia que no me lo cobrarán, pero esto no es así", señaló tajante.
Así también, indicó el que el Artículo 2 de esta ley "protege edificios arqueológicos, artísticos e históricos y los que determina la ley, y la definición de un edificio histórico que determina la ley es que lo son aquellos inmuebles construidos del siglo XVIII al XIX , es decir, en 1800, y este es de 1918, y este es un ejemplo más que no es un edificio histórico.
"Además de que la ley marca que deben estar destinados a templos, a arzobispados o obispados, casa curar, seminario o convento, o cualquier otros dedicados a la administración, divulgación o enseñanza práctica religiosa, así como educación, y este lugar no fue nada de esto, pero van y le dicen a todo Pachuca que es un monumento histórico cuando esto no es verdad", señala y reafirma al mostrar la placa original del lugar que indica que La Maestranza es un edificio de 1918.
Y documento tras documento, Baños Gómez defiende y comprueba la compra que hizo de este lugar y concluye este recorrido, que incluye algunas piezas rescatadas entre los escombros como una lámpara minera, tabiques de concreto, cascos metálicos, que "La Maestranza solo se rescataba de dos maneras: comprándola e invirtiéndole dinero, nada más, no hay otra manera porque se estaba cayendo", y lamentó que la desinformación del colectivo, así como las acciones de la anterior administración municipal de Yolanda Tellería, que colocó los sellos para detener el rescate de este sitio, hayan pausado la salvación de La Maestranza que espera esté en mayor funcionamiento para finales de este año.
Los datos:
-La Maestranza era propiedad de la Compañía Real del Monte Pachuca, Sociedad Anónima de Capital Variable y en el 13 de noviembre de 1992, dio en pago al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) una fracción del inmueble con una superficie de 60 mil, 013.02 metros cuadrados del terreno original, y solo quedó en reserva los 5 mil, 995.00 metros cuadrados, que fue los que adquirió Baños Gómez.
-El terreno fue destinado a alojar instalaciones del Almacén General, que contaba con todas las facilidades para el manejo de embalajes como grúas, elevadores, anaqueles y espacios para todo tipo de materiales utilizados por la empresa y contaba con el control de flujo de materiales.
-De acuerdo a la Consulta pública del Catálogo Nacional de Monumentos Inmuebles del INAH, La Maestranza tenía una clasificación de Bien Inmueble con Valor Cultural que fue construido en el siglo XX.