“Paisanos” pagan hasta 60 mil pesos por un ataúd para sepultar a sus padres en México

Porfirio Córdoba Nieto trabajador de una funeraria platica que son las personas que residen en los ejidos los que han adquirido los costosos ataúdes.

Paisanos pagan ataúdes de 60 mil pesos para sepultar a sus padres en México
Noel Vergara
Tampico /

Son los llamados "paisanos" que se encuentran en Estados Unidos los que compran ataúdes de hasta de $60,000 para sepultar a sus familiares aquí en México; adquieren servicios de alto costo a cambio de no regresar a este país.

Porfirio Córdoba Nieto trabajador de la funeraria "Torres" explica qué los precios de ataúdes oscilan desde $60,000 el qué es de cedro y doble bóveda, hasta $8,000 el qué es de lámina, el cual es el más común y utilizado.

Ataúdes de cedro han sido distribuidos aquí en la zona, los adquirieron personas que se encuentran trabajando en los Estados Unidos y cuyos familiares perdieron la vida aquí en México.

Porfirio platica que son las personas que residen en los ejidos los que han adquirido estos costosos ataúdes.

"Un señor falleció aquí en Altamira y su hijo que está allá en el otro lado mandó dinero para pagar el servicio fúnebre, él quiso un ataúd de ese nivel, sus otros familiares con videollamada transmitieron todo el sepelio hasta el entierro, del otro lado del teléfono se escuchaban los llantos y lamentos".

Debido a su difícil situación legal, es probable que las personas que cruzaron hacia los Estados Unidos opten por tratar de dar una despedida digna a sus familiares al tener que arriesgarse a venir a México y no poder volver a regresar a la Unión Americana de mojados.

Perla Cruz indica que una urna económica donde se depositan las cenizas vale aproximadamente $1000 y las de lujo hasta 4000; para las cenizas de "angelitos" son más económicas.


"Es algo duro y difícil trabajar con niños, pero desgraciadamente algunos partimos antes que otros".

Existen pequeñas urnas dónde caben pocos gramos de ceniza las cuales son utilizadas para poner los restos de los bebés que han partido hacia el cielo.

Ser trabajador fúnebre implica tener un gran respeto hacia la muerte y hacia el dolor ajeno.

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