La pandemia por covid-19 no solo ha dejado un gran impacto económico y provocado un rezago en la educación de jóvenes, sino que también los ha afectado emocionalmente.
Cambios en su interacción social, y el surgimiento de sentimientos de ansiedad y depresión, e incluso la incomodidad ante el contacto físico se han ido manifestando a causa de la cuarentena y la suspensión de clases presenciales.
“Tenemos aquí ya unos impactos desde que se inició todo esto, a los jóvenes casi se les forzó a que se guardaran y esto generó aislamiento, retraimiento, inseguridad... inseguridad social sobre todo.
Ahorita el impacto que se percibe en ellos es irritación, inseguridad, estrés porque si por un tiempo se guardaron y ahora ya pueden salir, apenas el cerebro está registrando los cambios en tiempo corto y esto al hacerlo en tiempo corto crea choques psíquicos internos y crea ciertas confusiones", explicó Jorge Ponce Torres, psicólogo clínico y educativo.
Debido a esto, el especialista comentó que, si no se atienden estas nuevas actitudes desarrolladas luego de la pandemia, se podrían observar impactos negativos los jóvenes, especialmente en su estabilidad emocional y habilidades de comunicación para su vida adulta.
“Se viene una gran tensión, si no orientamos, si no tratamos de modificar estos impactos, los chicos crecen con confusión; incluso con inseguridad interna a tal grado de un aislamiento y depresión. Las depresiones a partir del año antepasado, y la violencia intrafamiliar, se incrementó de una manera exorbitante preocupante, porque la parte de la comunicación está en juego”.
ALOL