Los locatarios del Mercado Libertad en Guadalajara despertaron con la alerta de que la Operación Limpieza del secretario federal Marcelo Ebrard llegaría a sus puestos. La advertencia del titular de Economía de impedir en todo el país el flujo de mercancías ilegales que se introducen a México aterró y obligó a los comerciantes a empacar en bolsas de plástico y cajas de cartón tenis, bolsas, playeras y bisutería, para sacar todo por la calle Dionisio Rodríguez y resguardarlo en otro lugar.
Desde temprana hora entraron en histeria por el rumor de la supuesta redada; entonces se vivió una movilización inusual en el Mercado con 40 mil metros cuadrados y 3 mil puestos, que lo convierte en el más grande de América Latina. Funciona como una especie de matriz de lo que se comercializa en el Occidente del país y la mercancía llega directamente del puerto de Colima, a unas dos horas y media de Guadalajara.
- Te recomendamos Prevén cielo nublado con ambiente fresco y lluvias aisladas para este 16 de diciembre en Jalisco El Clima
Entre la oferta, hay artículos de piratería, de marcas internacionales de gran prestigio, un fenómeno que el gobierno federal está decidido a combatir, y que ya tuvo su primera operación en Tepito, Ciudad de México, lo que despertó la alerta entre los locatarios de San Juan de Dios.
Un comerciante que omitió su nombre compartió a MILENIO que desde las ocho de la mañana de este miércoles los comerciantes empacaron rápido su mercancía para guardarla en otros lugares que rentaron o consiguieron a préstamo.
La intervención policiaca preocupa a los locatarios. Están acostumbrados a evadir las acciones oficiales, pues son alertados, a pesar de que presuntamente son secretos y sorpresivos, dijo a MILENIO Francisco Jiménez Reynoso, investigador en materia de seguridad de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Durante el recorrido por el mercado del barrio de San Juan de Dios se constató en los pasillos que hay decenas de locales cerrados. La psicosis llegó hasta la zona comercial contigua, Obregón, donde varios locales empezaron a bajar sus cortinas.
“Me habló un amigo de Obregón, me preguntó ‘¿pues qué no andan para allá contigo?’, ‘No, acá no han llegado, yo no he visto ¿y allá contigo?’, ‘no acá yo no he visto’… son especulaciones”, relató una vendedora de San Juan de Dios.
Lo que vieron los reporteros corrobora la afirmación del académico Jiménez Reynoso. La corrupción y la filtración de información imposibilitan que estas acciones tengan éxito.
“Los muchos operativos que se están planeando, que regularmente son secretos, pero todos saben cuándo van a llegar, entonces la autoridad tiene su estrategia, pero también los vendedores las tienen, y obviamente que tienen mercancías en otros lugares, no son tontos”, dijo el especialista, quien consideró que difícilmente las autoridades podrán erradicar la piratería.
Se dice que tienen protección de autoridades de gobierno local a cambio de un pago. Durante el recorrido pasaron las horas y no se vio a ningún policía; cerca de las tres de la tarde algunos comerciantes de Obregón decidieron reabrir, y la calle se abarrotó rápidamente de ambulantes y clientes potenciales que buscaban ropa y juguetes, propios de la temporada decembrina.
Otros optaron por el más vale prevenir que lamentar, y vaciaron sus locales, dejando pocos artículos a la vista; así ocurrió en un puesto de metro y medio por cuatro de profundidad donde se vendían bolsas réplicas de marcas famosas, aunque no tenían certeza de algún operativo.
“Por eso nos estamos previniendo, porque están ahorita en San Juan de Dios todos, no vaya para allá, digo, no le van a vender, no le van a hacer nada, pero no le van a vender, nosotros estamos previniéndonos, más bien, si gusta anotar el número de la señora, ella vende las existencias también en internet”, dijo una empleada del local de bolsas.
Para las cuatro de la tarde, en San Juan de Dios ya se sentía la calma; alrededor del 85 por ciento de los locatarios abrieron otra vez, pero con ciertas restricciones: retiraron de la vista los artículos de imitación con marcas visibles, bolsas en su mayoría, al igual que ropa, solamente dejaron playeras de la Selección Mexicana para exhibir, pero hasta los termos clonados de Yeti o Stanley desaparecieron de mostradores.
Círculo vicioso
El académico de UdeG señaló que el fenómeno es un problema complejo, vinculado a la pobreza y la falta de acceso a productos legales, lo que perpetúa un ciclo de dependencia económica, y se vuelve un ciclo vicioso difícil de erradicar.
El mercado tapatío ha estado en la mira de cada administración, pero no han podido ganar esta batalla, los vendedores siguen y, seguramente, permanecerán incluso con el plan nacional anunciado por la Federación, consideró el académico.
“¿Sabes cómo han sido los operativos?”, cuestionó una locataria del Libertad, “llegan los federales, con órdenes de Ciudad de México, de noche y abren los locales que quieren; la última vez para Levi’s, ellos abrieron los locales que quisieron y se llevaron camiones con toneladas, por eso dicen que nos roban, pero en la noche, nunca han dado la cara en el día, yo los años que tengo aquí, jamás…”.
En el mercado no solamente compran locales, sino que llegan personas de diversas partes del país para surtirse de mercancía y venderla en sus lugares de origen.
“Incluso vienen camiones de diversos puntos del estado, específicamente a comprar lo que es pirata, y que algunas son réplicas muy similares a las originales, pero a muy bajo precio”, dijo el académico.
Se estima que al día el recibe alrededor de 50 mil visitantes, o sea unas tres millones de personas al año. Aunque el tema se ha abordado de manera gubernamental, no hay estudios precisos sobre el alcance de la piratería, sin embargo, a decir del especialista, “hay una cifra negra que ya lo hace casi imposible determinar el volumen de lo que se está vendiendo de una manera alterna en un país marcado por la pobreza regularmente y pues que la gente busca alternativas que no va a poder comprar en una tienda importante”.
La mano del crimen
En el funcionamiento del mercado también tiene su mano el crimen organizado, pues dijo que hay indicios de actividades como el cobro de piso a los comerciantes, lo que complica todavía más la situación:
“Es un secreto a voces, que también ya está ahí el cobro de piso, y la autoridad tiene que estar agregada para no afectar a las personas intentan de algún modo u otro ganarse la vida, ¿verdad? Y que son golpeadas de diferentes ángulos”, afirmó Jiménez Reynoso.
De acuerdo con el estudio Piratería en México, del Observatorio Nacional Ciudadano, hay 19 mercados notorios en el país, de los cuales 31.6 por ciento se concentran en Ciudad de México y 21 por ciento en Jalisco.
El documento reconoce que no es posible determinar en qué parte de la cadena de la oferta de piratería participan grupos delictivos, y tampoco hay un consenso respecto al peso económico de las ganancias por venta de artículos ilícitos, pues varía según estructura y actividades.
Según el organismo, las células de grupos delictivos que participan directa o indirectamente en la piratería surgieron después del año 2000, como resultado del cambio estratégico de los modelos de operación de organizaciones de crimen organizado que se derivó del rompimiento entre cárteles.
MC