Diseñado por el arquitecto inglés Alfred Giles y fundado el 17 de abril de 1901, el panteón del Carmen, ubicado en el centro de la ciudad de Monterrey, guarda misterios sobre sus tumbas que al paso de los años han sido conocidas por las historias que se cuentan en Nuevo León.
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Este cementerio se caracteriza por sus retratos esculturales en sus capillas y grandes monumentos funerarios de mármol, además de que se colocan fotografías de las personas que fueron enterrados en ese lugar, como militares, empresarios importantes de Nuevo León, mineros, comerciantes, entre otros.
Así luce la tumba de la familia de la Casa de Aramberri
El crimen de la casa de Aramberri aconteció el 5 de abril de 1933 en la vivienda de la familia Montemayor ubicada en el 1026 oriente de la calle Aramberri, en esta, alberga un horrible crimen que involucró el asesinato de una madre e hija.
La historia relata que Antonia Lozano de Montemayor y su hija, Florinda Montemayor, murieron a manos de dos sobrinos de Delfino Montemayor, esposo de Antonia.
De acuerdo con los reportes policiales de la época, los responsables del crimen cometieron el asesinato por motivos de robo debido a que faltaban objetos que tenía la familia, por lo que los criminales sabían que Delfino guardaba dinero en la casa.
Datos del informe hecho por la autoridad policial revelan que los encargados de seguridad siguieron el rastro de sangre desde la casa hasta una carnicería, la cual pertenecía a Gabriel Villarreal, uno de los cómplices.
Por otro lado, también se comenta que el crimen se resolvió gracias al perico o loro de la familia que gritaba “No me mates, Gabriel, no me mates”.
Hoy en día la familia Montemayor yace en el panteón del Carmen y el supervisor del panteón dijo en entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios que en la actualidad la gente y familiares van a visitarla y a dejarle flores.
"Acaban de venir aquí el miércoles una familia de ellos por eso están las flores. Se me hizo raro porque tenían muchos años que no (venían). Muchos le llama la atención por la casa de Aramberri", reveló el supervisor del panteón.
El niño del violín
Gregorio Alanís González fue un niño que mostró gran interés y virtud con la música después de que sus papás, Ramón Alanís Tamez y Manuela González Rodríguez, le regalaran un violín.
Sin embargo, Gregorio enfermó de gravedad ocasionándole la muerte el 3 de agosto de 1908 a la edad de 13 años.
Luego de su deceso fue enterrado cerca de la iglesia que se encuentra en el Panteón del Carmen, en donde el escultor italiano Michele Giacomino fue responsable de la creación de la escultura de mármol de tamaño real del niño con su violín.
Por otra parte, un trabajador del lugar, comenta que en la actualidad, las personas van a dejarle al niño del violín dulces, frituras y juguetes en su tumba.
"Tiene juguetes, dulces, a veces tiene papitas, tiene de todo. Siempre viene ahí gente no nomas en estas fechas." revela.
Tumbas de las gitanas
Las tumbas que se encuentran a un lado de la calle principal del panteón, se caracterizan por estar adornadas con collares, flores y una foto de la persona que yace ahí, algo común en la etnia gitana.
De acuerdo con los trabajadores del panteón, algunas personas visitan sus lápidas para dejarles ofrendas con el fin de cumplir sus deseos.
"La gente le viene a dejar rosas, flores, dinero o sea como que lo usan de buena suerte. Siempre tienen muchas rosas." comparte el trabajador del panteón.
Señora de la mecedora
Esta lápida llama la atención debido a que la señora Manuelita Sachez Navarro, viuda de Chaveznava, se encuentra en una mecedora de madera que, de acuerdo los trabajadores, es original y le pertenecía en vida, por lo tanto, la familia de la señora decidió hacer una escultura de ella sentada en su mecedora.
"La mecedora era de ella en vida. Le hicieron una escultura y la sentaron ahí y si da miedo. De repente como la ve uno enojada", comenta un trabajador del panteón.
"Dicen que en la noche se levanta de la mecedora que tiene ahí y camina pero yo no la he visto, son relatos." comparte otro trabajador del lugar.
Además, se dice entre los trabajadores que a la mujer se le puede ver enojada o hasta incluso seguirte con la mirada. Por otra parte, comentaron que en las noches se le puede ver caminando entre las lápidas del panteón.
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