Soldados caminan entre la inundación en busca de personas en peligro de muerte; a algunas las atan fuertemente contra los árboles para que no las arrastre la corriente y en los casos de más difícil acceso utilizan helicópteros de rescate.
Son las imágenes que perduran en la mente de muchos norveracruzanos. Es el mes de septiembre de 1966, once años han pasado de la pesadilla del ciclón Hilda y la tragedia vuelve a tocar a la puerta del sur de Tamaulipas y norte de Veracruz.
Se trata esta vez de los remanentes del huracán Inés. Su embate fue menos violento que el Hilda de 1955, pero también trajo desastre a la región. Los panuquenses más longevos recuerdan que la valiente intervención del Ejército Mexicano hace 54 años evitó que murieran muchas personas.
Fue la primera vez que se aplicó el Plan DN-III en el país. En ese municipio del norte de Veracruz y vecino de Tampico, Tamaulipas quedó registrado el capítulo histórico. Debido al incendio de una parte de la Presidencia Municipal de Pánuco en 1983, no hay documentos sobre el operativo militar de aquella época.
El cronista de la ciudad, Luis Enrique Pérez, se dio a la tarea en 2016 de rescatar algunos testimonios, que en su mayoría coinciden en la gran solidaridad mostrada por todas las dependencias de gobierno para apoyar a la población a través del Plan DN-III.
“El Archivo Histórico se quemó y se perdieron muchos documentos, no hay reportes de las autoridades, pero me han platicado algunas familias cómo vivieron ese suceso”.
Destaca que el apoyo del Ejército Mexicano fue fundamental porque llegaron con helicópteros y pudieron poner a salvo a las personas atrapadas en la azotea de sus casas en la zona rural.
“La gran cantidad de lluvia hizo que se desbordara el río, se inundaron los sembradíos, se murieron las cabezas de ganado, fue una crisis completa, porque esto significó para ganaderos y agricultores pérdida total”.
La mayoría de los techos de las casas estaban construidos de láminas, por lo que sus ocupantes, desesperados, trataban de asegurarlas con mecates, pero no fue suficiente. Aproximadamente dos semanas permanecieron los damnificados en la cabecera municipal, tiempo en que se careció de agua y luz, lo que llevó a un severo problema económico porque no se podía realizar ninguna actividad.
Fue la última inundación más grave en la región metropolitana de Tamaulipas y Veracruz, menciona por su parte el cronista de Tampico, Josué Picazo Baños.
“Se aplicó el Plan DN-III por primera vez durante el gobierno de Díaz Ordaz. Había preparado un plan de defensa nacional que abarcaba desde guerras hasta desastres naturales y en este caso el plan DN-III específico para la atención a civiles”.
En la actualidad, los habitantes de las colonias Pescadores y Morelos, tienen el mayor peligro de vivir una inundación al estar ubicadas junto al río Pánuco.
La última contingencia por huracán en la zona metropolitana
El huracán Inés fue el último que causó un impacto importante en Tampico y Ciudad Madero a pesar de que no pegó de manera directa y desde entonces surge la leyenda de los ovnis en Tamaulipas, que se cuenta protege el litoral del Golfo de México, según creencias populares.
Especialistas sostienen que si no ha vuelto la zona a sufrir la presencia de un fenómeno meteorológico es por la temperatura del agua, que termina desviándolos hacia el norte del golfo.
Reconoce Protección Civil la importancia de esta estrategia militar
La Secretaría de la Defensa Nacional ya tenía un plan de acción o de contingencia, pero fue hasta la contingencia del huracán Inés cuando se constituyó como Plan DN-III de auxilio a la población. Pánuco en aquel entonces se vio muy afectado por el desbordamiento del río, exceso de lluvia, viento y escurrimientos de otros afluentes que fueron incrementando los niveles del agua.
“Fue creado para ser utilizado en caso de guerras y en caso de desastre, pero el plan de atención a la ciudadanía se estrenó un año después con esta contingencia que se presentó”, menciona el director de Protección Civil en Tamaulipas, Pedro Granados.
Señala que este plan se activa y aplica de manera unilateral y autónoma por el Ejército, con la colaboración de las autoridades estatales y locales para una mejor atención y repartición de tareas.
En Tamaulipas, el Plan DNIII se implementó con el huracán Hanna el 25 y 26 de julio de este año y cuyas inundaciones dejaron pérdidas humanas y daños materiales en viviendas de este estado, así como Nuevo León y Coahuila, siendo Reynosa uno de los municipios más afectados.