La pandemia no solo determinó la lucha del sector salud contra un enemigo desconocido, también generó la oportunidad de reconocer que el elemento más importante para el ser humano es su propia vida y no los bienes materiales, dice Juan José Aguilar Nájera, una persona que comparte sus conocimientos y ayuda a otros a despertar, a aprender a valorar lo que se tiene y no se refiere a posesiones físicas, sino a encontrar la armonía en la vida.
Pero, ¿es factible que cualquier persona pueda involucrarse en un proceso de armonización?
Es la idea, responde, “somos seres maravillosos, pero desafortunadamente nos enfocamos a lo material y ese es el gran problema: el sufrimiento de nuestra humanidad, de cada persona, es el apego”.
Lo más importante, agrega, es desintoxicar el cuerpo y la mente; eso se logra empezando a meditar, estar contigo, cuando desintoxicas tu cuerpo y mente empiezas a entender y enamorarte de ti y de lo que te rodea...
Sabiduría ancestral
Somos un pueblo privilegiado, dice Juan José, “tenemos mucha energía en nuestro territorio, tanta que se transmite y se puede sentir siempre y cuando nos desapeguemos de lo material. Esto no significa que te deshagas de tu casa, sino que valores tu vida; ese fue el mensaje de la pandemia, que rescates tu vida, que respetes tu templo, como dijo Jesús, y que valores lo único que tienes, el tesoro más grande que puedes tener, si ensucias tu cuerpo y ensucias tu mente, no dejas que fluya el alma o el espíritu”.
Ese es el propósito de alcanzar la armonía, agrega, el trabajo de nuestra energía interior, cuidar y proteger nuestra alma y espíritu, lo cual se logra al deshacernos de odios, rencores y resentimientos, tal como se hacía antes.
Para Juan José, Dios tiene muchos nombres, lo pueden llamar Shiva, Buda, Jesús, Jehová, “pero lo más importante es que se ame a ese ser y se respete” y en ello coinciden todas las doctrinas: “Jesús dice que el templo de Dios es tu cuerpo; Buda inculca que debemos cuidar este cuerpo y hacer lo correcto: pensamientos correctos y acciones correctas para tener el camino correcto”.
Desafortunadamente hemos perdido esa humanidad y la humanidad es el amor a la creación, el amor a ti mismo. Si una persona no se ama a sí misma no puede amar a los demás.
“Todos los grandes maestros que han pisado esta tierra se han llenado de ese amor, por eso han sido venerados y respetados como un ser maravilloso, son los ungidos, los elegidos, pero ante ninguno, ni Jesús ni Buda, dijeron ‘soy Dios’; siempre inculcaron que hay un creador.
Nuestros abuelos también creían en un creador, el responsable de la creación, por eso se considera que son cinco elementos, pero el principal es el quinto, el universo.
“Amar a un Dios es parte de ti, parte de toda esta creación. Por ambición y egoísmo ya no respetamos el aire el agua, el fuego. Nuestros abuelos antes decían bendito calor, bendita lluvia, bendito frío, bendita tierra. Ahora maldicen, maldito aire, maldito fuego, maldita agua... somos la especie más miserable y creo que hasta los animales aman y respetan esta creación”.
Guardianes y guías
Él y otros seres humanos comparten y tratan de propagar la sabiduría ancestral, aquella referida al amor a la tierra, el respeto al agua, al fuego, al aire; es decir, el agradecimiento a los cuatro elementos y la adoración y el amor al quinto elemento que es el principal, el universo, “el espíritu de nuestro creador”.
Les llaman abuelos, guías, guardianes espirituales.
La armonización, explica Juan José, es la intención de que la gente sienta la energía que emanan y pueden corregir, en el entendido de que para curarse primero hay que curar el alma y tranquilizar la mente: “nuestros pensamientos negativos nos provocan las enfermedades físicas (...) si tienes paz, tranquilidad y amor vas a tener una estabilidad y te vas a enfermar muy poco”.
Alcanzar la armonía
Si quieres estar en armonía con el todo tienes que estar en armonía contigo mismo, dice tajante.
“Quiérete, ámate, acéptate, respétate, ese es el primer paso; el segundo paso es armonizar con el todo, aprender a aceptar, amar y respetar al otro. Vives por vivir, cuando en realidad no vives. Cuando te formas una meta y lo haces con amor, con pasión, entonces encontraste tu punto en el universo”.
Por ello, continúa, es importante dedicarnos un tiempo a nosotros mismos, 20 minutos de meditación diaria, de reconocernos, perdonarnos, aceptarnos y amarnos para hacer lo propio con los demás.
Juan José afirma que la inteligencia se puede conseguir en los libros, en internet, en la escuela, pero la sabiduría viene dentro de cada uno: “no hay que buscar el dinero, sino la sabiduría, la paz interior”.
El reto es claro: “empezar a meditar, tranquilizar la mente porque ella nos juega chueco; sufrimos por lo que va a pasar; sufrimos por lo que pasará. Mucha gente vive por el presente”.
Nuevo encuentro en Almoloya
El 19 de junio habrá una ceremonia de armonización en la zona centro de Almoloya, por lo que Juan José invita a las personas interesadas a asistir bajo ciertas consideraciones: vestir de blanco y con calzado ligero, de preferencia chanclas o huaraches para que puedan descalzarse y sentir la energía de nuestra madre tierra; se contará con la presencia y guía de abuelos.
Consideraciones a tomar en cuenta
Habrá sanadores y limpias energéticas sin ningún costo, aunque para estas últimas se puede ofrecer una cooperación; además, se montará una exposición con 20 artesanos del estado de Hidalgo, así como alimentos y bebidas regionales.
Si usted desea obtener mayores informes sobre este encuentro, no dude en comunicarse al 775 150 52 76.