Al momento de una emergencia, siempre están dispuestos a ayudar.
Luis Enrique Altamirano, jefe de Servicios Médicos de San Pedro Tlaquepaque, ha tenido la vocación desde joven.
“Pues yo inicié desde los 14 años iniciando en la Cruz Roja en el Comité de Juventud, ingresé a los 17 años a los Servicios Médicos de Guadalajara, lo que es la Cruz Verde y pues tengo ya 31 años de servicio en lo que son los Servicios de Emergencia de la Cruz Verde Guadalajara y Tlaquepaque”, relató.
Hay momentos que no se olvidan, y una de ellas fueron “las explosiones del 22 de abril, un hecho que, pues todos saben, es una de las mayores tragedias y emergencias de mayor magnitud por la cantidad de víctimas que hubo”, recordó.
El paramédico no ha salido ileso durante su trabajo: “Mientras acudimos a un servicio, sufrimos un choque con volcadura y producto de ello salí proyectado fuera del vehículo con múltiples lesiones, me quedaron algunas secuelas… una lesión en un nervio pélvico que se complicó, una fractura expuesta que me deja un acortamiento y me hace tener una marcha claudicante que la compensa con calzado ortopédico, pero aquí andamos, prácticamente hago mi vida normal”.
Ante estos héroes que día con día se arriesgan en todas las etapas de la vida, los mismos paramédicos, reconocen que su labor debe de estar acompañada de vocación y un profundo deseo de servir a la comunidad.
JMH